Si es pasión que se les quite
Lorena Orozco
04 de octubre de 2016
La actriz Laura Zapata ha tenido fuertes encontronazos con los integrantes del movimiento LGBT, (Lésbico, gay, bisexual, trans género), debido al exhibicionismo del que hacen gala durante sus manifestaciones públicas y púbicas.
Zapata ha sido objeto de la ira e indignación de parte del LGBT, y en las redes sociales la tildan de homofóbica, intolerante, retrograda, frustrada; dicen que los discrimina y los odia. A pesar de todo, la intérprete de villanas en la televisión mexicana, no se ha retractado, pues asegura que el mismo derecho que tienen ellos de expresarse lo tiene ella.
A Marcelo Ebrard, en su momento, y ahora a Miguel Ángel Mancera, gobernantes del DF, actualmente ciudad de México, los ha acusado de ser, junto con el PRD, los auspiciadores de estos grupos, y les pidió que se los llevaran a sus casas, en lugar de permitirles que invadan los espacios públicos con esos espectáculos.
Si la polémica era mucha, a partir de que el presidente Enrique Peña Nieto, dio paso a la iniciativa para que se legalicen en todo el país los matrimonios “igualitarios” y la adopción de niños a parejas homosexuales, la situación se desbordó, y la más clara muestra de esto ha sido las manifestaciones de las últimas semanas encabezadas por ministros religiosos, donde millares de personas salieron a pregonar su inconformidad respecto de este asunto.
El movimiento LGBT, podría tener el derecho legal de casarse y de adoptar, pero no tiene el consenso, la aceptación “el permiso social”, y será imposible que lo consigan, así que si es pasión, que se les quite.
La iniciativa fue presentada por el presidente a mediados de mayo pasado, cuando estaban por celebrarse elecciones en 12 estados de la república, y algunos medios informativos consignan que ese anuncio, mediante el cual el presidente creyó que se congraciaría con dicho grupo y con un amplio sector de la población, fue el tiro de gracia que dio Peña Nieto a su partido el PRI, pues fue derrotado en 7 entidades.
A los del LGBT les ha caído de peso que sacerdotes y pastores hayan encabezado las multitudinarias marchas de repudio a la iniciativa del presidente, y han actuado para que a través de Derechos Humanos se exhorte a los ministros religiosos a abstenerse de participar en estos eventos, y de ser posible se les impida legalmente.
Si bien es cierto que los clérigos no pueden participar en política partidista si pueden participar en asuntos civiles, y lo han hecho; se han manifestado a favor de la paz, en contra de la inseguridad, de la injusticia, y en situaciones que atañen a una familia, una región, o al país entero, como lo es en esta caso.
Existen quienes apuntan que esto es un distractor para que la sociedad deje de pensar en las reformas estructurales, la inseguridad, en el dólar, en la situación económica, las alzas de la gasolina y la electricidad…
A través de los medios informativos se han hecho campañas permanentes a favor de los homosexuales, y lo que antes era llamado desviación, aberración o perversión, ahora le han dado tintes de virtud, de heroísmo o valentía, por decir lo menos.
Vive y deja vivir, ama y deja amar; dice una pancarta del movimiento lésbico, gay, bisexual, trans género; mientras que en contraparte los que están a favor de la familia exhiben este letrero: Le ley no puede dar lo que la naturaleza no dio… Juzgue usted.
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