La enajenación se aprende desde la niñez
Octavio Camelo Romero
27 de septiembre de 2016
Si concebimos al capitalismo como una sociedad enajenada, cabe preguntarse: ¿Cuándo los integrantes individuales de dicha sociedad se enajenan? Luego entonces, ¿La enajenación se aprende? Incuestionable es que, un aspecto de la enajenación es la “pérdida” del pensamiento propio y su sustitución por el pensamiento “ajeno” perteneciente a los dueños reales, formales y en funciones de los medios de producción. Y otro aspecto no menos importante de la enajenación es el comportamiento o “práctica” social e individual del sujeto enajenado. Estos dos aspectos de por sí son relevantes para entender y comprender cuándo se inicia el proceso enajenante.
El ser humano es un “producto social e histórico”. Por lo tanto es engendrado y nace dentro de la sociedad en una cierta etapa y periodo histórico del desarrollo social. Al nacer el sujeto es un individuo que se encuentra con cierta cultura, ciertos hábitos y comportamientos sociales, ciertos conocimientos, ciertas formas de relacionarse socialmente, ciertos ordenamientos jurídicos, cierto gobierno, etc. La sociedad proveerá al individuo por mediación de los adultos, de toda la cultura, del lenguaje y de los comportamientos que posee. Y el “sujeto-individuo” irá aprehendiendo toda esa experiencia histórico-cultural de conformidad con su desarrollo y maduración biológica y psicológica. Sin embargo la categoría de “persona” el individuo la va a adquirir cuando haya alcanzado cierto nivel de desarrollo biológico y psicológico junto con la incorporación a su experiencia individual de ciertas experiencias histórico-culturales.
Pero, si el “ser nacido” en el momento de su nacimiento se encuentra con una sociedad enajenada cuya experiencia histórico-cultural es enajenada y enajenante, entonces el individuo aprehenderá la enajenación por mediación de los adultos. Tal situación nos permite considerar el momento en que el “individuo” se convierte en “persona” como el instante del nacimiento de la enajenación en cuanto tal.
Lo que hace humano al niño o a la niña es su capacidad para razonar, para pensar, para comportarse humanamente. Pero si los razonamientos, pensamientos y comportamientos son propios de la sociedad enajenada, entonces, el niño y la niña aprehenderán razonamientos, pensamientos y comportamientos enajenados, y serán por lo tanto seres enajenados. Cuánta razón tuvo Antonio Gramsci en considerar a la “escuela” como el “aparato ideológico” más importante del capitalismo. El “ser enajenado” se va formando en la escuela desde los primeros años de vida. Y la función básica de dicha “escuela” es la de enajenar a quienes asisten a ella. Preparan y moldean los comportamientos de los estudiantes de conformidad con los requerimientos de la sociedad capitalista del momento. Quienes por alguna circunstancia no pudieron asistir a la escuela, aprehenderán la enajenación en la práctica, en los comportamientos sociales o en el trabajo. Queda claro que la enajenación de los integrantes de la sociedad es adquirida a través de varios procedimientos y mecanismos. Sin embargo suele suceder que dentro de la sociedad enajenada existen también quienes no solamente no aprueban, sino que están en contra de la enajenación de la sociedad capitalista. Empero esas acciones anti-enajenantes no han exitosas en su pretensión en varios casos y distintas regiones geográficas. Por ello es relevante preguntarnos por qué la gente apoya a la derecha. En fin.
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