¿Y por qué Polo si y José Luis no?
Miguel González Ibarra
28 de Agosto de 2016
Falaz, resulta el llamado de Naranjo y Castellón, a integrar la alianza más amplia en Nayarit por la gubernatura del estado, alrededor de Polo o Toño Jr., sin conocer antes la oferta programática de gobierno y, sin saber siquiera, qué intereses defenderán, desde el aparato del Estado, cualesquiera de los dos, que tenga la rienda en sus manos, conduciendo los destinos de la entidad.
No es honrado, el método. No es ético, políticamente, actuar de esa manera. Lo correcto es debatir, elaborar y acordar, primero, el programa de gobierno y, sobre esas bases, decidir la candidatura, abriéndola a otros personajes, como José Luis Sánchez, quién, por cierto, tiene más aptitudes para ser gobernador del estado, que los dos mencionados, de franca y abierta filiación a la derecha, consecuentemente, enemigos de los trabajadores nayaritas y encuadrados y sometidos a los caprichos del gran capital, tal cual es, la misión del partido en el que militan, el Partido Acción Nacional.
En efecto, Polo y Toño Jr., no gobernarían para el pueblo trabajador, sino a favor de los poderosos, dueños del capital y patrocinadores de la corrupción, porque, tal y como lo dijo Hidalgo, no hay rico que sea honrado, ya que su “único dios es el dinero”.
José Luis gobernaría para los más pobres y en defensa de la soberanía estatal, cuyos intereses se entrelazan y no se separan, el uno del otro. Defender la soberanía de Nayarit, es defender a los más pobres de Nayarit, es decir, a los trabajadores que viven de su esfuerzo personal y que radican en las ciudades y en el campo.
En un examen riguroso y científico, estando en la mesa los tres perfiles, el de Polo, el de Toño Jr. y el de José Luis, el que sale librado y obtiene el grado de excelencia es José Luis y es el que garantiza la derrota del priismo y la victoria popular el día de los comicios constitucionales, toda vez que es quién puede trazar o reunir todos los componentes de la estrategia que derrote al sistema imperante, pues ni Polo ni Toño Jr. son conductores de grandes masas, tal y como si lo es el petista, lo cual, justamente, en los momentos actuales, es lo que reclama y exige y pide la hora del devenir nayarita.
Para alcanzar el rango de conductor de las grandes masas nayaritas, se requiere, necesariamente, el discurso revolucionario de la izquierda y, esa cualidad, solamente, hoy por hoy, la tiene el formado en la escuela alejandrista.
Lo primero que hay que resolver es lo siguiente:
¿A quién serviría Polo desde el gobierno del Estado?
La respuesta es fácil de contestar: A quien sirvió como Presidente Municipal de Tepic, a la corrupción y a los intereses más oscuros de la capital.
¿A quién serviría Toño Jr. desde el gobierno del Estado?
A quién sirvió su padre, desde la gubernatura: a los intereses de la Coca Cola, que es el capital foráneo, al Partido Republicano de los Estados Unidos, el de Donald Trump.
El camino está a la izquierda.
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