Cae la popularidad de Peña Nieto
Francisco Cruz Angulo
17 de Agosto de 2016
Hasta hoy no existe un precedente de que un Presidente de la República pierda popularidad en poco tiempo. Es indudable que su desplome se deba fundamentalmente a que en éste año no haya podido implementar la primera etapa de la Reforma Educativa por la férrea resistencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mediante bloqueos de carreteras, centros comerciales y el vandalismo en las calles y edificios públicos.
Agréguese a lo anterior el incremento de la violencia del crimen organizado en varias entidades del país.
Ante tales evidencias ha si lo manifiesta la incapacidad del Gobierno Federal para garantizar a los ciudadanos la seguridad y la libre movilidad de los ciudadanos en la región centro-sur del país.
Este malestar social se vio reflejado en recientes encuestas de opinión publicadas en los Diarios Reforma y El Financiero que se editan en la Ciudad de México en la que la confianza en el mandatario federal ha caído hasta 24 puntos, es decir, estaríamos hablando de que no aprueban su gestión el 76% de la población.
El presidente Enrique Peña Nieto en una entrevista con el periodista Joaquín López Dóriga en el noticiero nocturno de Televisa sostuvo que no gobierna para ganar popularidad. Su objetivo de gobierno es sentar las bases institucionales para el México del futuro las cuales están contenidas en sus 7 reformas estructurales.
Indicó que todo cambio tiene resistencias y estas hay que enfrentarlas primero por medio del diálogo pero que de agotarse entonces está decidido aplicar toda la fuerza del Estado para su ejecución.
Los miles de ciudadanos que han sido afectados en su economía por esas movilizaciones se preguntarán hasta cuando concluirá el diálogo de avenimiento con La CNTE en la Secretaría de Gobernación cuando sus líderes una y otra vez insisten en la abrogación de la Reforma Educativa y amenazan que de no cumplirse esa demanda no iniciarán clases en el próximo ciclo escolar que afectará inevitablemente a millones de niños y niñas.
Cuando un gobierno cede a las presiones de los grupos organizados que violentan la ley sean por razones justas o no justas termina por debilitar su autoridad.
No entendemos la lógica negociadora del Secretario de Gobernación cuando por un lado concede la reintegración de los salarios a los maestros faltistas, modifica los formatos de evaluación, apresura la ex carcelación de los dirigentes de La CNTE, Rubén Núñez Ginez y Francisco Villalobos Ricardez que están siendo procesados por lavado de dinero y daños en vía pública mientras que la Coordinadora amenaza radicalizar sus movilizaciones y bloqueos en zonas estratégicas en el país, pero además se dan el lujo de acudir a la mesa de negociaciones en Gobernación con la consigna de que no cederán en su demanda de la abrogación de la Reforma Educativa.
Para empezar ni el Presidente de la República ni sus secretarios de Gobernación y Educación tienen facultades constitucionales para abrogar la mencionada reforma. Ésta es una facultad que corresponde al Congreso de la Unión. ¿Entonces para que alargar el conflicto en una mesa de negociaciones que lleva irreductiblemente a un callejón sin salida?
De continuar prolongándose el conflicto el Presidente de la República debilitará a las instituciones para procurar y administrar la justicia y no violentando los Derechos Humanos.
De polarizarse la crisis de gobernabilidad en aquella región sur del país existe el riesgo de terminar en un baño de sangre, acciones que nadie quiere.
Por otro lado esta ingobernabilidad manifiesta en varios estados de la república no solo provoca la baja popularidad del presidente Peña Nieto sino que impacta negativamente en el voto duro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de cara a la sucesión presidencial del 2018.
En las mencionadas encuestas arriba señaladas el voto duro del PRI se ha desplomado del 29% al 22% mientras que su probable candidato presidencial Miguel Ángel Osorio Chong apenas alcanza el 12% de intención de voto a su favor.
En cambio los aspirantes de la oposición del Partido Acción Nacional (PAN), Margarita Zavala y Andrés Manuel López Obrador de MORENA están en empate técnico, o sea, el 26% para Margarita Zavala y el 24% para López Obrador.
Por supuesto que estas cifras son relativas, solo que nos dan una idea de la crisis de credibilidad por la que atraviesa el tricolor y el Ejecutivo Federal…
Comentarios