La debilidad del polismo

La ausencia de ideas, es la debilidad de Polo y el polismo. Se comprobó en el evento al que asistieron Mancera, Alfaro y Beto Anaya.
 
Debilidad, en términos históricos, es derrota. Proyecto sin ideas, significa que está derrotado, no tiene futuro ni perspectiva.
 
Vacío, hueco y sin sentido, fue el discurso pronunciado por el alcalde de Tepic, en un evento al que sus orquestadores, le apostaban y apostaron todo.
 
La endeblez de Polo y el polismo, no solamente se manifiesta en la desnutrida concurrencia al acto avalado por los gobernantes de la capital del país y Guadalajara y el grosero desaire expresado por las bancadas panistas tanto en el cabildo tepicense como en el Congreso, sino, en lo que ya apuntamos, que es, repitiendo, la exposición programática, cuyo elemento, es indispensable para orientar y convencer a los habitantes del estado.
 
Se calculó que asistirían miles y miles. Así lo vociferaron y hasta presumieron sus organizadores y voceros. Hay quien llegó a decir, que la plantilla de dirigentes de la política nacional, era para “zócalo lleno”, sí, nos referimos al espacio considerado el corazón de México. Gobernar Tepic, no es nada menor. La masa presente, definitivamente, no da para “echar las campanas al vuelo”. Los asambleístas en el “María Magdalena”, no mostraron una estructura popular invencible, más bien, se mostró a un polismo vulnerable, flaco y desnutrido; con matracas, eso sí; pero, con matracas, en política, no se llega lejos.
 
Quien menosprecie el burdo desprecio de las bancadas panistas en el cabildo capitalino y el parlamento nayarita a Polo y el polismo, no analiza bien el fenómeno y se equivoca rotundamente, ya que, tal hecho, representa no sólo una artera bofetada, sino, una grieta letal a esta corriente política que pretende gobernar Nayarit.
 
Sin embargo, lo más grave, insistiendo, es el vacío cerebral de esta expresión ideológica, mostrado en el discurso del Presidente Municipal, en y ante un escenario, que el orador no supo ni pudo aprovechar, causa a las limitaciones intelectuales y de cultura política, que le obsequia su militancia en la derecha, abrazada desde que inició en su época de estudiante y, perfeccionada, en las escuelas y textos del panismo rancio, hace varios lustros atrás.
 
Como se sabe, el programa político de un gobernante que aspira a escalar otros peldaños dentro de la estructura del Estado, se muestra en las ideas que maneja en su vida cotidiana y, más todavía, en un evento de las características y dimensiones del celebrado el pasado sábado 13 de agosto en nuestra capital.
 
Se comprobó aquí, lo que ya nosotros, sabíamos. Polo no llena el perfil, para diseñar y aplicar la estrategia que derrote al sistema que se opera desde Palacio de Gobierno y, menos, instaurar un gobierno popular y democrático, que satisfaga los derechos básicos del millón que vivimos en estas tierras, llamada Nayarit.
 
Reiteramos: las ideas son parte orgánica de la estrategia para ganar y gobernar. La ausencia de ideas, es la debilidad del polismo, por tanto, su derrota. Así de fácil.