Los efectos tipo huracán
Sergio Mejía Cano
12 de Agosto de 2016
A raíz de los nefastos sucesos en la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) a finales de los años 70 del siglo pasado, se oían constantemente voces de que los niños nayaritas comenzaban a protestar desde el kínder, debido a que Nayarit se distinguía por ser un estado combativo porque sus habitantes sabían defender sus derechos precisamente desde la infancia.
Y si más bien en esas fechas el conflicto en la UAN fue de corte sindical, aun así niños y jóvenes ya tenían la costumbre de levantar la voz cuando creían que sus derechos eran pisoteados; sin embargo, algo pasó al igual que en el resto del país que salvo una que otra entidad, niños, adolescentes e infinidad de adultos entraron en un impase de aparente tranquilidad que al parecer poco a poco va despertando nuevamente.
El problema magisterial de protesta en contra de la llamada “Reforma Educativa”, no es privativa únicamente de los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, sino que es prácticamente de todo el país, pues si bien no se informa sobre las marchas y manifestaciones magisteriales en otros estados de la República, estas se están dando cada día con mayor intensidad.
En Nayarit aparentemente el gremio magisterial ha estado apagado en cuanto a protestas se refiere, tal vez porque hasta hoy los dirigentes sindicales han sabido sortear en buen grado las inconformidades sabiéndolas detener de una y otra forma; sin embargo, poco a poco ha estado despertando la conciencia de los profesores al no tener un claro panorama laboral, y menos cuando se les ha hecho llegar el texto completo o parte de él de esa llamada reforma educativa, porque se están dando cuenta de que sus derechos de antigüedad podrían verse seriamente afectados a pesar de que se tiene entendido de que las leyes no tienen carácter retroactivo en nuestro país; así que esta reciente toma de la caseta de cobro en la autopista Tepic-Crucero de San Blas podría ser el preámbulo de algún movimiento mayor que se podría extender a todo el estado y más allá y por tiempo indefinido, pues con esta toma de la caseta que se dice es por parte de integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), este movimiento podría traer los efectos tipo huracán en donde unas pocas moléculas comienzan un movimiento que paulatinamente van atrayendo más y más moléculas haciendo crecer de tal magnitud este movimiento hasta que se convierte en algo imparable; y si bien un huracán se desvanece las más de las veces por sí solo, hay veces que toma más fuerza inesperadamente al encontrar los elementos suficientes que lo hacen crecer más y más.
Se ha informado que en esta toma de la caseta de cobro en la autopista nayarita también hubo integrantes de otras asociaciones sindicales, lo que es un claro indicio de que en esas otras asociaciones también hay descontento y si se les llegaran a unir otras asociaciones, así como los agregados de siempre que con cualquier movimiento social esperan llevar agua a su molino, quizás se llegaría a formar un movimiento de proporciones incalculables en donde los líderes sindicales no pudieran hacer ya nada por pararlo al ser rebasados en sus intentos para detener los reclamos por tanto tiempo guardados en una supuesta apatía que precisamente una chispa de protesta podrían haber hecho despertar y sin la posibilidad de que se vuelvan a dormir.
Y a propósito de líderes sindicales, algo debió haber sucedido para que hoy en día la mayoría de la niñez, la adolescencia y buena parte de los adultos se haya supuestamente apagado esa llama de inconformidad que tanto había caracterizado a los antes jóvenes nayaritas, pues muchos de los que mantenían esa flama de lucha y protesta dentro de sí, ahora son los adultos pasivos que no se animan a ser luchadores como en sus años mozos, ¿por qué esa pasividad? ¿Se nos habrá dado a bebe algún brebaje que nos adormeció el espíritu de lucha? Porque la inconformidad está latente, pero no se manifiesta, ¿entonces? ¿Se habrá hecho algo a nivel psíquico para que en nuestro país ya no volvieran a surgir movimientos como los de los años 50 con los médicos y enfermeras, los electricistas, los ferrocarrileros, y en los años 60 con los estudiantes y campesinos del estado de Guerrero? Sin embargo, a pesar de que ha habido un tiempo de aparente tranquilidad, ahora vuelven a surgir las protestas masivas y precisamente en los estados sureños en donde la pobreza, el hambre y el abandono hacia las comunidades más alejadas sigue siendo igual que siempre.
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