Alianza de gobierno, no solo electoral
Francisco Cruz Angulo
09 de Agosto de 2016
El presidente del comité directivo estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Francisco Javier Castellón Fonseca por primera vez dio a conocer a distintos medios de comunicación la posibilidad de que la competencia por la Presidencia de la República vaya en alianza con el Partido Acción Nacional (PAN).
Según el ex senador perredista está enmarcada en la línea estratégica de alianzas de la presidenta nacional Alejandra Barrales y aprobada por el último consejo político nacional de esa organización.
Esta estrategia aliancista será impulsada por el blanquiazul en las elecciones a gobernador del Estado para el año próximo en Nayarit, Coahuila y Estado de México, éste último considerado como la joya de la corona electoral por ser el primer padrón de electores en el país.
Al referirse a la política de alianzas del PRD en nuestra entidad el maestro Castellón Fonseca hizo extensiva la invitación al Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano, PRS, Partido Nueva Alianza y Encuentro Social, sea una amplia alianza cuyo propósito fundamental sea vencer al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y aliados. Para la definición de si se integran o no estas organizaciones a este frente amplio señala como límite el próximo mes de enero. De no concretarse este frente amplio, la alianza del PRD con el PAN es irreversible.
Conviene hacer algunas reflexiones sobre la posición del PRD en ambos casos.
En el posicionamiento del PRD a la sucesión presidencial cabe preguntar si el maestro Castellón Fonseca da por hecho la imposibilidad de construir un frente amplio de izquierda en la competencia presidencial.
Si bien es cierto que hoy las encuestas favorecen al Partido Acción Nacional casi en empate con el PRI no debe olvidarse que estas mismas encuestas le dan casi igual posicionamiento al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) liderado por Andrés Manuel López Obrador. En cambio el PRD pese a la caída en su votación nacional puede constituirse en la fuerza política que determine el triunfo ya sea como aliado de Acción Nacional (PAN) o con MORENA y otros partidos de izquierda.
Habrá de preguntarse qué proyecto de nación desea construir el Partido del Sol Azteca en el 2018. De coaligarse con la derecha esta no es garantía de grandes transformaciones estructurales que exige la nación para sacar de la pobreza a millones de mexicanos. Así quedó demostrado durante los dos sexenios panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón. Ambos sexenios panistas estuvieron marcados por la corrupción pública, la violencia, la violación a los Derechos Humanos y la impunidad.
¿Es ético renunciar a los principios ideológicos por mantener posiciones de poder en el 2018?
Respecto a la alianza PAN-PRD en Nayarit se espera que no se incurran en los mismos errores de la alianza que llevó al poder gubernamental al empresario del Grupo Álica, Antonio Echevarría Domínguez.
En aquella célebre alianza esta no cumplió las expectativas de cambio. En menos de un año de arribar al poder el gobernador aliancista marcó distancia de sus aliados los partidos de izquierda a los que incluso los denostó públicamente. En realidad fue una alianza electoral pero no de gobierno. Así el proyecto aliancista de cambio fue una burla a los nayaritas.
La mejor manera de recuperar la confianza de los nayaritas es poner en la mesa de negociaciones una alianza de gobierno con un programa que recoja las necesidades más sentidas de la población y como resolverlas a corto y mediano plazo…
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