Una nueva aplicación

Recientemente en la mayoría de los medios impresos locales, apareció la noticia de que el propio gobernador del estado de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda, presentó la aplicación para teléfonos móviles, “Yo Nayarit”, la que servirá a la ciudadanía para que denuncie corruptelas, mala atención de los funcionarios, anomalías que se detecten en la administración, así como llamadas de alerta; pero también para estar al tanto de la agenda del gobernador, las acciones llevadas a cabo, así como posibles eventos a efectuarse. Lo que más resalta, es que se dice que en algunos casos será el mismo gobernador quien atienda la mayoría de los reportes a esta aplicación apoyado por otros de sus colaboradores, atendiendo desde la misma oficina gubernamental.

Se dice que la aplicación será gratuita y podrá ser instalada en los modernos teléfonos inteligentes de los que ya la mayoría de la población cuenta con ellos. Que las denuncias podrán ser de carácter anónimo o en forma personal y que se podrán enviar fotos, documentos, textos, etcétera.

Desde luego que mejor intención no podría haber para que la ciudadanía tenga una mejor comunicación con el gobierno estatal, y para que posiblemente pueda hacer una denuncia en tiempo real. Sin embargo, como ya sabemos cómo se las gastan muchos paisanos, existe la posibilidad de que se haga mal uso de esta aplicación por parte de bromistas o hasta de gente que ve en todo moros con tranchete, haciendo perder tiempos valiosos gastando ya sea una broma o por un simple mal entendido, tal y como ha ocurrido desde siempre en los teléfonos de emergencia, que son víctimas de llamadas alarmantes que después resultan no ser ciertas; pero obvio que esto es producto de nuestra cultura y que al parecer es muy difícil que se llegue a erradicar.

Sin embargo, ya también hay algo muy arraigado entre gran parte de la población, y esto es, el escepticismo y el temor a denunciar. Escepticismo, porque hay infinidad de personas que hoy en día no creen en que sus denuncias prosperen y que nada más los traigan vuelta y vuelta o peor aún, que sean quienes denuncien los primeros en ser investigados, porque ya tiene tiempo que se aplica por parte de algunas autoridades que cuando una persona es víctima de algún delito, de inmediato se le investigue para saber por qué fue víctima de lo que denuncia, en el entendido de que posiblemente tenga cola que le pisen o algo así o que tal vez esté inmiscuida en algo turbio y por eso fue agredida y, si no tiene dinero, esto también muchas de las veces desanima a los investigadores para seguir una denuncia y sin llegar a  nada de resolución, por lo que mejor las personas desisten en denunciar o seguir una denuncia porque quizás intuyen que de ahí no pasará: de una simple denuncia. Y existe un temor latente si a quien señalan como victimario es un alto empleado gubernamental, porque de inmediato se le exigirán las pruebas contundentes al denunciante so pena de voltearle la tortilla, y más si el alto empleado gubernamental, en caso de seguir con la denuncia, puede desestabilizar la buena imagen del gobierno o está bien posicionado como posible candidato a algún puesto de elección popular u otro cargo en alguna dependencia federal, etcétera; porque podría darse el caso de que hasta los familiares del denunciante lo persuadan de que mejor retire la denuncia o demanda para no verse metidos en más problemas tanto quien señala o demanda a un funcionario, como sus propios familiares.

Y desde luego que también hay mucha renuencia en la gente en creer que hay llamadas anónimas y que podrían denunciar sin que lleguen a dar con alguien que denunció algo muy grave, pues se tiene entendido que con tanta tecnología existente en cuestión de comunicaciones, es muy probable que alguien que denunció anónimamente sea localizado de inmediato o que se sepa de y desde dónde llamó para denunciar. Incluso si manda un correo electrónico ofendiendo, denostando, difamando o injuriando a alguien, así lo envíe desde un ciber que esté al otro lado de la ciudad, investigando a fondo, las autoridades dan con el domicilio de donde salió la información.

Así que es probable que algunas personas vayan a hacer mal uso de esta nueva aplicación que es a todas luces con la mejor intención de servir precisamente a la misma ciudadanía, pero desgraciadamente habrá gente inconsciente que lo tome como una herramienta más para jugar perjudicando con esto una buena intención. Ojalá y funcione de acuerdo a las expectativas ideadas.