La puñalada trapera

Se dice comúnmente que conforme avance la carreta se van acomodando las calabazas, y al parecer eso está pasando al paso de los días en que irremediablemente tendrá que llegar el tiempo de elecciones en el estado de Nayarit para la gubernatura, en donde ya desde hace tiempo hay suspirantes moviendo el agua política para ver si es chicle y pega. Y si bien se dice que aún no son tiempos de campaña, dichos movimientos se cubren con el motivo de dar a conocer los problemas ancestrales ya, por las que atraviesa la entidad y que al parecer ya se tienen las soluciones adecuadas; ahora sí, se dice.

El que haya varios suspirantes ha estado sirviendo para ver las cargadas hacia un ente político y otro, y hasta de otros seres que de políticos no tienen nada más que puros familiares, amigos y allegados. Esta cargada servirá para que cuando se definan de bien a bien quién es quién, comprobar lealtades y afinidades, porque cada vez que sucede un acontecimiento de esta naturaleza, se da la desbandada dejando solo a quien no fue favorecido por el dedo mayor, para irle a aplaudir al ungido o ungida, debido a eso de la paridad de género y que se nos dé la sorpresa de que hay un ente femenino escondido bajo la manga de algún partido político y cuya designación deje suspirando a más de uno que ya se sentía con el derecho por antigüedad, por amiguismo o compadrazgo.

Por lo pronto la moneda está en el aire y hasta los partidos morralla, las rémoras de siempre, ya comienzan a frotarse las manos para ver si les llega la iluminación para aliarse con el que será y que no vayan a abanicar ponchándose ahora sí de una vez y para siempre. Porque es un hecho que lo que figurará en los próximos comicios de 2017 en Nayarit, serán las alianzas entre los más disímbolos partidos políticos; coaliciones que serán más bien para desanimar al electorado debido a la disparidad de ideologías entre los partidos en sí, por lo que ese desánimo podría propiciar aún más el ya tan marcado abstencionismo. Y si bien ahora hay gente interesada en participar cívicamente, también los hay que las elecciones no les llaman la atención anteponiendo una apatía sobre las mismas porque ya desde hace muchas décadas han comprobado que jamás se cumplen las promesas ni los programas que beneficien a la población, sino a ciertos sectores y nada más. Y para los que sí les interesa, la mayoría dice que ya no se van por partido esté coaligado o no, sino por el mono, por el personaje que más les llene el ojo (sin albur) contienda por el partido o coalición que sea.

En donde más están enfocadas las baterías del público que sí está interesado en política, es en el PRI, pues vaya que se tendrá que tejer fino para no herir susceptibilidades porque los suspirantes que pertenecen a dicha asociación política son buenos cuadros, con un potencial político enorme y una carrera dentro de las filas del priismo que los tiene bien posicionados, y por ende, cuentan también con infinidad de seguidores que desde ya se han estado organizando para de una forma u otra y hasta veladamente hacer una forma de proselitismo a favor de quien apoyan. Así que por eso llama la atención en la opinión pública interesada en la vida política de Nayarit, qué irá a pasar en determinado momento cuando se llegue el momento de decidir si con melón o con sandía, porque se antoja que será una decisión muy difícil en donde irremediablemente se tendrán que pisar algunos callos y lastimar orgullos y vanidades, si bien no de los suspirantes, sí de los que están detrás y que ya se sueñan en el próximo Gabinete gubernamental. Y sea quien sea el ungido priista, tendrá que haber por fuerza los resentidos de siempre que por despecho trabajen en contra de quien quedó y que por ende truncó sus aspiraciones. Esto se ha visto a lo largo de la vida política no nada más en nuestra entidad, sino en el país entero. Grupos que apoyaban al que no quedó y que aprovechan su relativa fuerza que tomaron en las campañas internas de proselitismo para ponerle toda clase de trabas y obstáculos a quien quedó y, que así sea de su mismo partido político, hacen todo lo posible para que pierda aliándose soterradamente con las fuerzas contrarias al candidato de su propio partido político, única y sencillamente por el resentimiento y el rencor.

Así que no hay que dejar de monitorear lo que pasa, pase y pasará dentro de las mismas filas del PRI, y conocer quiénes son verdaderamente leales y honestos consigo mismos y quiénes darán al final la puñalada trapera.