Las 24 horas del día
Sergio Mejía Cano
23 de Junio de 2016
Una de las cosas que predisponte a mucha gente en contra de cualquier movimiento de protesta es, aparte de que violan los derechos de terceros a circular libremente, también resaltar los supuestos altos salarios que devengan quienes protestan, así como buenas prebendas y agregados a ese supuesto alto salario. Por lo que una parte de la sociedad lo primero que se les viene a la mente es preguntarse el porqué quieren todavía más. De ahí que satanicen todo movimiento que hacen diversos sectores de la clase trabajadora.
Así sucedió cuando médicos y enfermeras del Sector Salud se oponían a que fuera reformado su contrato laboral, de inmediato se informó a la sociedad que ganaban mucho y que al jubilarse y pensionarse lo hacían hasta con el 100 por ciento de su salario integrado, que tenían buenas vacaciones y pagadas mejor que otros sectores laborales, etcétera.
Y esto hace recordar que cuando el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa enfocó sus baterías en contra de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LFC), hasta lograr su desaparición, que lo primero que se decía a la opinión pública era que los trabajadores de LFC estaban sangrando al erario en fea forma, porque ganaban mucho dinero y algunos hasta sin hacer prácticamente nada, por lo que era necesario ponerles un hasta aquí incluida la clase sindical. Esto dio pie para que en las redes sociales comenzaran a circular imágenes de recibos de sueldo de trabajadores de LFC en donde comprobaban que ganaban máximo $1,500.00 a la quincena y no libres, porque de ahí les descontaban las cuotas de ley, y desde luego, el impuesto al que son cautivos la mayoría de los trabajadores que se los descuentan por nómina. Y decían los que mostraban esos recibos tan bajos de sueldo, que quienes menos pago recibían eran los trabajadores que más le sufrían subiendo a los postes, en los tendidos de líneas con todo los riesgos de una terrible descarga eléctrica que esto conlleva. Y añadían que era como en todo, que hay puestos que ganaban de acuerdo al nivel de su categoría, pero que no era cierto que todos, todos, tenían altos salarios y mucho menos los que le entraban a lo más riesgoso.
Y a propósito del Sector Salud, en el portal de internet de La Jornada se da la nota de que hubo una manifestación de médicos y enfermeras, aunque hubo voces que, tratando de minimizar el hecho, salieron a decir algunos dirigentes sindicales que se trata de un movimiento convocado por particulares y no por los gremios. Y precisamente en dicha nota de La Jornada, resalta una foto que por lo que dice, recuerda en cierta forma cuando algo se va a privatizar, ya que un letrero que porta una mujer con bata blanca, señala que: “El gobierno no cumple con el pueblo, centros de salud y hospitales abandonados -La salud agoniza-”.
Y esto hace pensar en una posible privatización, debido a que por ejemplo cuando se empezó a gestar la privatización de Teléfonos de México, se comenzó a dar un muy mal servicio tanto en las líneas como en el trato personal, ¿y para qué?, pues para que el público usuario aplaudiera la privatización porque ya no servía la compañía en manos del gobierno. Igual sucedió con los ferrocarriles, en donde desde el primer momento que llegaron los liquidadores, empezó el mal servicio tanto en carga como en pasaje. El ferrocarril siempre trabajó con los embarcadores con base a crédito y les surtía las unidades vacías para su carga sin costo adicional; sin embargo, de pronto se les hizo del conocimiento de esos embarcadores, sobre todo de Sonora y Sinaloa, que en lo sucesivo se les iba a cobrar el arrastre de la unidad vacía, pero lo peor fue que se les dijo que se cancelaban los créditos. Esto obviamente molestó a los embarcadores quienes tuvieron que llegar a un arreglo, pues se les dijo a los directivos del ferrocarril que estaban acostumbrados a pagar los arrastres hasta el término de las zafras, ya una vez que concluían los trabajos del levantamiento de las cosechas. Y respecto a los trenes de pasajeros, el servicio se fue deteriorando a propósito quizás para que la gente desistiera de viajar en tren y se fuera acostumbrando a no hacerlo así consecuentemente. De pronto los trenes de pasaje ya no traían luz ni agua, pero la gente, necia, seguía viajando así.
Y ahora con el conflicto magisterial, sobresalió el hecho de que tienen muchas prebendas y que es lo que en verdad están peleando, algo parecido a lo de LFC, porque hay profesores que viven al día trabajando casi las 24 horas del día.
Comentarios