El 10 de junio no se olvida ni se olvidará
Octavio Camelo Romero
13 de Junio de 2016
¿Cómo se puede olvidar el 10 de junio si a cada rato nos lo recuerdan? Este 10 de junio nos lo recordaron con la “represión” a los manifestantes en Tlaxcala y en general, en los estados del Sur. Y todo porque el gobierno de la república criminalizó la demanda popular y la manifestación pública de la inconformidad social. Anteriormente a los que encabezaban estos movimientos se les llamaba “disolutos sociales” y “traidores a la patria”; hoy se les denomina “sicarios” y “terroristas”; pero para el Pueblo son simplemente “luchadores sociales”.
Curiosamente aparece la “criminalización” de las demandas y manifestaciones del Pueblo desde el primer gobierno de la república encabezado por un civil hasta la fecha. Los gobiernos anteriores a Miguel Alemán Velasco eran de militares. Y más aún, son los gobiernos civiles los que han usado al ejército mexicano como “instrumento de represión” contra la población civil. El presidente Alemán tiene un periodo de gestión del 1º de diciembre de 1946 al 30 de noviembre de 1952. Anteriores a él estuvieron los generales Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas del Rio y Manuel Ávila Camacho. En el gobierno de Miguel Alemán tuvo un impulso el desarrollo de las condiciones materiales, socio-culturales y políticas para el crecimiento del capitalismo mexicano aliado al imperialismo norteamericano. Por eso comunicó a los centros de producción con los centros de compra, creó grandes redes carreteras y ferroviarias; impulsó la agricultura intensiva de capital al construir mega-sistemas y sistemas simples de riego. Adecuó la Ley Agraria para que fluyera la inversión privada al campo y en consecuencia ésta aumentó como también se incrementó la acumulación del capital en la industria, el comercio y el turismo. En el país se diversificó la industria automotriz, de motores, electrodomésticos y la hotelería. Construyó muchas escuelas primarias y edificios para la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, de donde egresó. No sólo se inauguraron las primeras instalaciones de la Ciudad Universitaria, sede de la máxima casa de estudios de México, sino que también se amplió aún más la Ciudad Universitaria, etc. Esta situación condujo a que en el año de 1950 el estudiantado del Instituto Politécnico Nacional creado por Lázaro Cárdenas, hiciera un gran movimiento estudiantil con un amplio pliego petitorio. Cabe decir que de todos los movimientos estudiantiles de protesta y de trascendencia nacional éste ha sido el único movimiento estudiantil victorioso. Todos los demás han sido reprimidos.
En el año de 1956 del periodo presidencial de Adolfo Ruiz Cortines surgieron varios movimientos de huelga; entre ellos está la huelga de más de 20 mil estudiantes del IPN, las huelgas de las escuelas normales rurales, de las escuelas prácticas de agricultura, de la Escuela Nacional de Maestros, etc. Y en ese mismo año en el mes de septiembre el ejército mexicano entra al internado del IPN a desalojarlo de los becarios. A los pocos días del bochornoso suceso es encarcelado el dirigente de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos, FNET, junto con otros estudiantes por el delito de “disolución social”. Lo malo es que esta práctica se ha convertido en una “política pública” del Estado Mexicano; y aunque ya no existe la disolución social como delito, han inventado el de “sicario”, “terrorista”, “traidor a la patria”, etc., para justificar dicha política.
Cada vez se va recrudeciendo esa práctica represiva. Podemos decir que el Estado Mexicano se ha “deshumanizado” y quizás por esa percepción, la ciudadanía multitudinariamente voto por Vicente Fox para presidente de la república. Aunque luego con Calderón las cosas resultaron peor de cómo estaban. La matanza del “Jueves de Corpus” no fue más que un eslabón de esa cadena deshumanizada de violaciones que se ha convertido en Política Pública y que para el bien de México debe desaparecer. En fin.
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