El dinosaurio está herido de muerte
Oscar González Bonilla
09 de Junio de 2016
Se ensombrece el panorama político para el PRI de Nayarit con miras al proceso electoral de 2017, virtud a los resultados poco halagadores del anterior domingo 5 de junio en 12 estados del país donde hubo cambio de gobernador, pues tan sólo ganó 5.
A borbotones hay opiniones sobre las lecturas que arrojan los procesos electorales donde estuvo en juego la gubernatura, por parte de analistas y pitonisos locales. Muy respetables, pues todo el mundo tiene derecho a conjeturar así sean descabellados los juicios.
Por lo que a mí respecta, debo señalar mi apreciación de que Manuel Humberto Cota Jiménez, flamante presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), al perder ganó. ¿Cómo está esto?
Siempre sostuve, desde antes de la elección en los doce estados (para no referirme a la CDMX y Baja California con elecciones menores), que si Manlio Fabio Beltrones como presidente nacional del PRI ganara la mayoría de las gubernaturas en juego o hasta carro completo, estaría en condiciones muy especiales de presentarse ante el presidente Peña Nieto, después del deber cumplido con creces, para proponer con voz completa a su pupilo Raúl Mejía como candidato del PRI al gobierno de Nayarit para 2017. Seguro es que no habría objeción presidencial.
Pero resultó todo lo contrario (también se avizorada ese escenario). Hoy, a pesar de un Beltrones inteligente y con fuerte liderazgo, está a punto de ser defenestrado, puesto de patitas en la calle. No pudo contra el avasallamiento que provocaron malos gobiernos priistas fuertemente salpicados de corrupción e impunidad, de allí el voto de castigo de los ciudadanos hartos de tales circunstancias.
Luego entonces, despejado el camino, el presidente Peña Nieto sin que absolutamente nada le haga sombra decidirá por el senador Manuel Cota, líder nacional del sector campesino, en otros tiempos poderoso pilar en la estructura base del Partido Revolucionario Institucional. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que en los primeros tres meses de 2017 Cota será ungido candidato del PRI a gobernador de Nayarit. ¡Pudiera ser que el diablo metiera la pata!
Aunque los partidos políticos nada significan para la ciudadanía nayarita, no será muy fácil que Manuel Cota (el político de mayor peso del país, dicen sus seguidores. Y el colmo de la exageración: no importa que sean cuatro años de gobierno, nosotros los convertiremos en ocho al trabajar día y noche. Otra mamada de esas y me subo el cierre) gane la elección para gobernador. No bastará la presencia del mono, ni su carisma frente al electorado. Además tiene en contra cantidad de promesas incumplidas, y que los campesinos nayaritas ilusionados no han recibido el apoyo requerido por parte del dirigente de la CNC, pues consideraron que por ser su paisano tendrían especial atención y trato.
Pero además del rechazo por parte de un grande sector de campesinos nayaritas, habrá que agregar el número de cercanos personajes que forman el primer círculo de colaboradores de Manuel Cota, muchos de lo que concitan repulsión a los electores que los tienen bien identificados no por su buena reputación.
Y aún hay más.
Existe un descontento soterrado, aunque para algunos a flor de piel, por parte de muchos ciudadanos con el gobierno de Roberto Sandoval que casi raya en irritación social. Se da por seguro que ese sentimiento de disgusto, de inconformidad, hará su explosión en las urnas el primer domingo de junio del año entrante cuando éstas reciban en vastedad el voto de castigo al PRI.
Hay que agregar corrupción e impunidad (hermanas siameses), aderezado con autoritarismo, más sumada la ineficacia del gobierno de Roberto Sandoval en algunas políticas públicas, sobre todo en economía porque el dinero no se palpa en el bolsillo del trabajador y el desorden en el manejo de las finanzas públicas, entre otras.
Curiosamente, este tipo de conductas fueron las que condujeron a la derrota electoral a los gobiernos priistas este domingo 5 de junio. El gobierno de Roberto Sandoval reúne los elementales requisitos para el fracaso en las urnas, de lo cual no podrá salvar ni el presidente nacional del PRI, ni el estatal, mucho menos Manuel Cota, por muy buen candidato que sea.
El dinosauro está herido de muerte. Sin embargo, se le mueve una patita, suficiente para dar un golpe atroz. Con el propósito de intentar ganar la elección de 2017 en Nayarit, el PRI echará mano del cúmulo de mañas aprendidas durante sus 87 años de existencia en la vida política de México, pero además de las creadas cibernéticamente en los años recientes y de las que estén por inventar. El dinero jugará un papel decisivo. Así es que ¡aguas!
Comentarios