El gobierno de la gente no supo reestructurar la deuda
Oscar González Bonilla
25 de Febrero de 2016
¿Ha borrado de su mente la idea de ser gobernador de Nayarit?, pregunta el reportero de la gente a Alejandro Galván Araiza, en otro tiempo empoderado en la política capaz de sentir que la justicia partidista lo encumbraría hasta ese sitial.
No contesta en la inmediatez, sino que esboza ligera sonrisa, hacia abajo dirige la mirada y cerrados los ojos se convierten en dos líneas. Está detrás de su escritorio ejecutivo en la oficina de la empresa de impresos digitales que dirige y es propietario por el boulevard Tepic-Xalisco de la capital nayarita.
-“No, no, no. Es decir, no tengo aspiración definida para ese caso”, responde.
En la actualidad Alejandro Galván es uno de los principales cabecillas del movimiento social “Levántate Nayarit”, cuyo propósito es integrar en su entorno la mayor cantidad de nayaritas para consolidar capital político capaz de incidir en el proceso electoral de 2017.
Pero la razón principal del reportero de la gente para pedir entrevista al empresario, fue la autorización al Congreso del Estado por parte del gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, a la solicitud de préstamo por cinco mil millones de pesos para reestructurar la deuda heredada.
El trámite se realizó en los primeros meses (2011) del llamado gobierno de la gente, empréstito que para muchos cayó en la profundidad del olvido, mientras que uno que otro memorioso alega que los cinco mil millones de pesos no caen el terreno de deuda pública, la que con toda seguridad heredará Roberto Sandoval a su sucesor.
Alejandro Galván Araiza como integrante que fue de la bancada priista en la anterior trigésima legislatura, dice recordar perfectamente el trámite legislativo que transitó aquella solicitud de autorización de préstamo bancario.
“Se trataba de una parte de la deuda pública contratada con bancos que en ese momento tenía un margen muy alto de intereses. Entonces, al hacer esa reestructuración el gobierno de Roberto Sandoval se ahorraría alrededor de 600 millones de pesos.
“Nosotros al inicio de ese gobierno, con absoluta creencia en él, los 30 diputados por unanimidad autorizamos la solicitud de crédito para reestructurar el adeudo. La deuda pública era por dos mil 800 millones de pesos, pero sumados otros adeudos hacían cinco mil millones de pesos.
Continúa Alejandro Galván: “Nos pidieron les diéramos el voto de confianza con el propósito de estar en posibilidad de reestructurar esos cinco mil millones. No era préstamo de dinero líquido, más bien reestructuración para conseguir mejores condiciones de deuda.
Necesariamente que lo autorizado cae en el terreno de deuda pública, alerta el ex legislador.
Pero me encuentro hoy que el gobierno de Nayarit debe seis mil 800 millones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda federal. Lo que quiere decir que lejos de mejorar las condiciones de vida de los nayaritas, en la actualidad el gobierno de Roberto Sandoval, con base en informes de la misma fuente, adeuda mil 800 millones de pesos más que en 2011, refiere Galván, quien por los hechos cree que hubo mal manejo financiero.
En el movimiento social “Levántate Nayarit” que participa Alejandro Galván ha surgido del ojo del huracán del paro laboral que hace más de cinco meses los trabajadores sindicalizados del SUTSEM mantienen frente al Palacio de Gobierno.
Y es así porque Agueda Galicia Jiménez, con 34 años al frente del SUTSEM, se ha significado como la principal promotora de “Levántate Nayarit”, al tiempo que ha integrado a los ex diputados de la trigésima legislatura -como ella- Graciela Domínguez, Saúl Paredes y Alejandro Galván.
Este último explica que la finalidad del movimiento social es organizar a los ciudadanos para exigir a los gobiernos que cumplan compromisos, abatir índices de corrupción “y evitar abusos como el reemplacamiento o tenencia porque laceran la economía, hoy en día por los suelos”
“Estaríamos de acuerdo con esos pagos, siempre y cuando etiquetado ese dinero se empleara en la compra de medicamentos para hospitales o en estructura educativa. Pero no, ese dinero se va a una bolsota que se llama gasto corriente y se puede utilizar hasta en comidas, en vuelos comerciales o pago del servicio de teléfonos celulares a funcionarios, destacó Galván.
Intentarán a través del movimiento popular que dichos pagos sean etiquetados, de lo contrario promoverán amparos masivos. “La gente que no esté de acuerdo con esos pagos, la vamos asesorar hasta llegar al amparo”.
En año pre-electoral se entiende que el movimiento tiene objetivo político. Al final el capital político que acumulen lo ofrecerán a algún partido o candidato en 2017, pregunto al empresario.
“Sí. Te lo contesto contundentemente. La sociedad no puede ser ajena a la política. Vamos a participar en el proceso electoral de 2017 como organización, aunque en este momento no hay definición sobre a quién vamos a apoyar, lo haremos llegado el tiempo”.
Alejandro Galván considera que a Nayarit le hace falta un gobernador honesto y con visión de estadista, perfiles que cree reunir, pero es consciente que en la actualidad no tiene la popularidad para ganar, porque, sostiene, que para ser gobernador primero tienes que ser un buen candidato.
“No he abandonado la idea. Algún día yo creo que….sería un gran honor representar a mi Estado, pero en este momento no.
“No es mi tiempo ni mi circunstancia, pero de aquí al 2017 no me des por muerto”.
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