El glamur de Denise Dresser en la UAN

Denise Dresser estuvo en la Universidad. Dictó una conferencia. El escenario muy bien preparado, todo cuidado. Nada que ver con lo que somos los nayaritas. El glamur por todos lados. Hasta los muchachos de la estructura feuana, con su camisa impecable y perfectamente bordada. Algo radicalmente distinto, a aquellos estudiantes que pasamos por las aulas de la Ciudad de la Cultura, en los años setentas, movidos e inspirados en las tesis cardenistas y cheguevaristas, que se propusieron y plantearon la edificación del Hombre Nuevo, muy bien definidas e interpretadas por su fundador, el Doctor Gascón, haciéndolas norma, en la primera Ley Orgánica de la, entonces, Universidad de Nayarit, hoy, nuestra querida y amada Universidad Autónoma de Nayarit (UAN).
 
La Doctora Dresser pasada de elegancia, pulcramente atractiva. Cuidando y modulando hasta el timbre de su voz. Con una indumentaria muy propia de un evento de cualquier realeza europea. Debió haber durado horas y horas arreglándose con su maquillista y asistente, antes de hacer la pasarela y aparecer en el escenario.  En las tertulias de los personeros del imperio yanqui, no se ve u observa, ese lujo, en un personaje. La escritora derrochando fascinación. En verdad, sin exageraciones, algo que no ayuda a nuestros jóvenes universitarios. Moraleja: Ahora, todos querrán ser como la triunfadora Denise, sobre todo las muchachas que estudian y que mañana portarán un título.
 
De hechizos no está hecha la historia de Nayarit, en este caso, los anales de nuestra Alma Mater, que alumbra, hace ya casi medio siglo, estrechamente vinculada a obreros y campesinos, a los cuales,  los presenta, sus portentosas manos encallecidas,  antagónico al encanto que vivimos el pasado martes, en la sede de la biblioteca más grande, propiedad de la Máxima Casa de Estudios, orgullo de quienes en esta tierra, nacimos.
 
El cuadro concuerda con el pago que la Universidad le habrá hecho a la también editorialista de la Revista Proceso. Se ha dicho que Denise cobra 150 mil del águila, por charla. En este tema, Dresser no respondió una referencia, interpretándose como directo cuestionamiento, hecho con valentía por una compañera. La conferencista no pudo simular su nerviosismo. Evadió el comentario. Es saludable que la rectoría de la Universidad Autónoma de Nayarit informe de lo que costó la exposición de esta figura nacional. De comprobarse esta cantidad, es y será una desproporción, que ofende la dignidad y nobleza del pueblo nayarita. Y, así, Denise, no puede ser ejemplo para nuestra juventud. Más bien, hay que decirlo sin tapujos, lesiona y daña la moral de nuestros estudiantes, impactando negativamente, también, a la planta docente, formadora de los profesionales que serán parte del cerebro, que elabora y construye el desarrollo de la entidad y que está obligado a transformarla, con el fin de que todos los nayaritas accedan a los derechos básicos, tal cual, lo veremos, con mayor puntualidad, un poquito más adelante.
 
El de la Doctora Dresser, es un discurso engañoso. Atacó al PRI, no al sistema. Se anduvo por las ramas. Su postura fue eminentemente política, que   cubre con el rostro de lo académico. Parecía que andaba ya en campaña. En su egolatría acendrada, manifestada en varias partes de su cátedra, llegó a presumir que contaba en las redes sociales con dos millones y medio de seguidores, lo cual, es un partido político. El fondo de su planteamiento es contra la izquierda. En la actual coyuntura, contra la posibilidad de que López Obrador sea Presidente de la República, como lo fue en los tiempos, en que el ex Jefe de Gobierno de la capital, disputó la titularidad del Ejecutivo Federal.
 
En su, para el que esto escribe, lamentable orientación a la juventud, no traspasó los límites de la crítica. Nunca al sistema neoliberal. Así lo hacen también el PRI y el PAN. No planteó que el compromiso de la Universidad y los universitarios, es conocer y trabajar en la realidad, para transformarla, tal y como fue uno de los principios que dieron luz a la institución. De ahí, que, se trata de un personaje al servicio de este régimen, extraordinariamente corrupto, que explota el trabajo humano y entrega el interés de la patria al capital foráneo.
 
No es para estar de plácemes con la conferencia de Denise Dresser en la UAN. El hecho, es grave: Por el absurdo glamur, el presunto costo del evento y por la errónea y lamentable orientación que se imparte a nuestros jóvenes universitarios, trascendiendo a los demás sectores de la institución, así como a todo nuestro pueblo.