Layín y su cabalgata ¿alcalde o candidato?

En este momento del desarrollo histórico, político, social y económico, el cual. hay que remarcar. se encuentra hundido en la corrupción e inmoralidad,

No es de sorprender que los aspirantes que suenan ahora para el relevo del Poder Ejecutivo estatal estén realizando prácticas y estrategias corruptas promovidas por el sistema decadente que mal gobierna el país.

Aquí se inscribe la cabalgata del mentado Layin, realizada el pasado 19 de Diciembre, en territorio tepicense.

Dicho acontecimiento se suscitó en su tan conocida aspiración en la carrera por la gubernatura de Nayarit, violando todas las leyes habidas y por haber, porque so obligación es trabajar en la alcaldía, no en la campaña política para gobernador, que es lo que hace 24 horas, siete días de cada semana y todos los meses que han corrido, desde que asumió el cargo de edil.

Este hecho captó la atención de la clase política, que practica los mismos métodos. Los que estamos convencidos que la política-ciencia se hace con ideas, no con dádivas, hacemos un análisis más profundo, en virtud de que nos guía e inspira el Materialismo Histórico, cuya disciplina nos dice fehacientemente, que así como se acabó para siempre, el régimen feudal de las haciendas, de igual modo, desaparecerá este capitalismo salvaje, para construir en su lugar, el régimen del Poder Popular, antesala de la Patria de los Trabajadores, tal y como lo quería el General Lázaro Cárdenas del Río.

Partiendo de que, en esta cabalgata, no había convicciones, ni siquiera compromisos; lo que sí a leguas se percibía, es, o era, un interés, de sacarse algo de lo que se rifó en dicho acto. Ésta, definitivamente, no es política.  A esto, se le llama politiquería, es un burda aventura, promovida por politicastros y aventureros, como lo es, el singular personaje que estamos mencionando en el presente comentario, que hasta sucesos pornográficos ha suscitado en su ilegitima y fuera de la realidad aspiración.

Tan es así que durante el recorrido de la cabalgata que anunció por todo el estado a través de costosos espectaculares, no había entusiasmo alguno. El recorrido fue vacío.

Layin, en la vanguardia, trepado en un burro, con un rostro desencajado, desencantado o quizás ya con una cara arrogante, típico de los hombres del fascismo, al mostrar que, con dinero, puede movilizar a los de a caballo. No todo lo hace el dinero. Hay otros valores. Históricamente, las ideas han derrotado siempre al dinero. Así resultó en 1810, con Juárez en la Revolución de Reforma y en 1910, con la Revolución Mexicana, conducida sabiamente por Villa, Zapata y Flores Magón.

Esta práctica, la verdad, es muy vulnerable, será derrotada por el pueblo nayarita, en razón de que  carece de ideas y de contenido alguno. Layin hizo un evento engañoso, el cual, por su calidad, sólo es más de lo mismo, no cambia nada. Más bien, deja muy en claro que gasta más dinero que cualquiera y las autoridades electorales no ven, no oyen y no saben nada. Triste papel del sistema Mexicano. Pero el pueblo es otra cosa y sabe bien que esto no representa cambio alguno, como lo demuestran las dos administraciones layinescas sanblasenses.

La cabalgata en mención de El Aguacate a San Cayetano demostró que este sistema está bien podrido, no hay moral alguna y debe ser cambiado por otro, superior, que represente al pueblo nayarita y eleve las condiciones materiales y espirituales, de todos, sin exceptuar a nadie, quienes vivimos en esta tierra de luchadores.

Todos los aspirantes que aparecen hasta este momento hacen lo mismo que Layín, no educan al pueblo, ni se preocupan por construir conciencia patriótica entre las inmensas multitudes nayaritas. Pronto aparecerá el de la izquierda, que ofrecerá a nuestro pueblo, el camino de su salvación definitiva, ya que todos los de ahora, llegando al número de ocho, representan al sector derechista de la historia nayarita, aunque, aquí hay que decir, que hacemos votos porque Pável, se ubique al lado del devenir y las grandes masas de nuestro entrañable estado.

Los jinetes y la gente de a pié que asistió a este acto, no fue por ideas ni convicciones, sino, por el interés de sacarse un toro u otro producto. Nayarit debe regresar a la lucha de ideas, al programa político. A la plataforma ideológica y programática. El arma más poderosa de un pueblo son las ideas. Así es como se ha construido Nayarit, en las etapas que han definido su presente y porvenir. Así tendrá que ser esta vez.

Los de a caballo, se veían sin ánimo. El recorrido sin contenido. Es evidente así, la presencia de intereses extraños, que pretenden someter a nuestro pueblo, peor que en los tiempos de las compañías tabacaleras, que ponían a los integrantes de los tres poderes del gobierno, así como a los representantes municipales.

Layín, al frente de la cabalgata, trepado en un asno pinto, se veía ridículo, era un vulgar payaso, se observaba caricaturesco, eso sí, con un rostro de preocupación, porque siendo alcalde de San Blas, su obligación política y laboral, tanto constitucional, como legalmente, es estar las 24 horas del día en este municipio costeño, el cual, por causa de la perversidad de este personaje, está en el completo olvido y abandono, ya que anda en plena campaña de gobernador, violando todas las normas, derrochando dinero a manos llenas, rebasando ya, y con mucho, los topes de campaña, lo cual, las autoridades correspondientes, deben actuar, a la voz de ya. Eso esperamos, lo mismo que al personaje que representará a la izquierda y, es, estamos muy seguros de ello, el que ganará en 2017 y el futuro Gobernador de Nayarit. Layín, que se olvide. La historia es la historia.

Por lo pronto, los señores diputados del Congreso nayarita, deben resolver si Layín es alcalde o candidato a gobernador, con las sanciones correspondientes, mismas que, a todas luces, existen.