Vivo, a un siglo y 12 meses, de haber nacido
Miguel González Ibarra
16 de diciembre de 2015
La más grande lamentación que he tenido a lo largo de mi vida, es la pérdida de un libro que escribí, referido a la resistencia heroica del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), luego de la extinción de la Compañía Luz y Fuerza del Centro, a través del criminal Golpe de Estado operado por el gobierno panista vendepatrias de Felipe Calderón.
Se trató de un descuido personal. Nunca tomé las medidas preventivas correspondientes que, en estos casos, obligada y necesariamente, deben hacerse.
Fue imposible rescatarlo del disco duro de mi computadora, en la que capturé, los hechos vividos durante poco menos de tres meses de estancia en la ciudad de México y, cuyas jornadas, que grabaron en mi mente, cuadros de lucha muy trascendentes e importantes, fueron de intenso trabajo, de día y de noche.
La noche del golpe, hace seis años con dos meses, mi esposa y yo, recibimos de sorpresa el impacto, cuando las principales empresas televisoras del país, dieron la tremenda noticia, interrumpiendo su programación habitual, divulgando la noticia, tal cual, se tratase de una gran conquista o victoria, en la historia de los mexicanos.
A partir de entonces, ya para nada descansé. Ni un segundo me despegué de Radio SME y del teléfono, hablando y hablando, y escuchando la información a través del citado medio de comunicación creado y dirigido por el sindicato, que hoy, 14 de diciembre, justamente, cumple 101 años de haber nacido, lo cual, es uno de los grandes acontecimientos de nuestro país, porque, ésta gloriosa organización de trabajadores de industria, ha estado, a partir de aquella memorable fecha, está y, seguirá estando, por los siglos de los siglos, eternamente, en la historia de México, misma que no se puede escribir sin el glorioso SME, presente en los hechos más importante del país, destacando que este sindicato, fue la entidad que organizó y recibió a Villa y su poderoso ejército popular, a su entrada a la capital del país.
“Es un Golpe de Estado”, comenté con Guillermina, en el instante de escuchar la noticia. Ella estuvo de acuerdo conmigo. Se trataba de un acto que se resolvía violando con flagrancia la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, contra una empresa propiedad de la nación, que había logrado la hazaña de mantener iluminada la ciudad más grande del mundo, en el curso de casi cien años.
Pero, también, la idea del gobierno, fue liquidar a la organización vanguardia del movimiento obrero nacional, el entrañable Sindicato Mexicano de Electricistas, el glorioso SME, lo cual, no se pudo, porque, después de más de seis años de resistencia heroica, hoy, está tan vivo como siempre, dando la batalla, recuperando la materia de trabajo y el empleo para los obreros que no se liquidaron, pero, lo más importante, es que se mantiene como el sindicato que está al frente, con su ejemplo, en la defensa nacional de los trabajadores mexicanos y, al mismo tiempo, luchando por salvaguardar y rescatar el interés de la patria, hoy ultrajada por los gobiernos neoliberales.
En uno de los eventos celebrado en el auditorio del SME, se sentó a mi lado, el Camarada José Luis Díaz, de Guadalajara, distinguido personaje que ubicó perfectamente al glorioso agrupamiento de trabajadores industriales, argumentando que el Sindicato Mexicano de Electricistas, era “el corazón del pueblo mexicano”, estando quién esto escribe, absolutamente de acuerdo, con tan hermosa definición.
Lo menos que podemos decir un día como hoy, al cumplirse un siglo y doce meses, de haber nacido:
¡VIVA EL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS!
Tepic, Nayarit, a 14 de Diciembre de 2015
Comentarios