Los corruptos están en casa
Oscar González Bonilla
15 de diciembre de 2015
Cualesquiera aspirantes al cargo de gobernador de Nayarit con militancia en partidos de oposición al PRI, o independientes, deben procurar su expediente limpio, sin que en la inmediatez tengan por resolver problemas pendientes con la justicia o alguna otra instancia que ponga en entredicho su honestidad.
Dicho esto porque Pepe Espinoza, menos conocido como José Trinidad Espinoza Vargas, quien se desempeña en el gobierno de la gente como titular de la Secretaría General de Gobierno, acaba de hacer un amenazante anuncio: se castigarán actos de corrupción.
Sin ampliar en detalles, el funcionario estatal a los medios de comunicación dijo que por indicaciones del gobernador Roberto Sandoval en menos que canta un gallo darán a conocer toda la extensa cadena de acciones “para combatir y al mismo tiempo castigar actos de corrupción”.
Agregó: “El tema es el que la hace la paga. En la presente administración (orgullo que nos hunde) se castiga y se castigará cualquier acto de corrupción: el que está metido en esto sabe perfectamente a lo que se arriesga. Si se roba una lanita, si hace mal uso de su función, pues que con su pan se lo coma. Fuera manos, es el llamado para todos, incluido el secretario General de Gobierno”.
Como es costumbre en Pepillo Espinoza, vino enseguida la mentira piadosa: las acciones contra la corrupción se darán a conocer entre hoy y mañana. (Esta declaración la hizo el anterior miércoles 9 de diciembre). Y hasta ahorita nada se ha sabido.
Lo dicho: este ejemplar gobierno llega tarde a los acontecimientos. Pero la pachorra que produce el clima tropical de nuestra entidad pone en altísimo riesgo a la oficialidad de que se le haga bolas el engrudo, y no sólo eso, que la chavinda se les enrede en el cuerpo de tan peligrosa manera que con la misma se pudiera ahorcar.
Sin embargo, iluso sería que ellos mismos se pusieran la soga al cuello. No, los actuales funcionarios, incluido el gobernador Roberto Sandoval, serán con severidad juzgados por el tribunal popular y demandados judicialmente por el próximo gobernador con agalladas y gónodas bien puestas, pues poseen atisbos del manejo irregular del dinero público. Hay quienes están enterados de que han amasado fortunas al amparo del poder.
Un caso, a lo mejor salpicado de corrupción, es el ocurrido al propio secretario General de Gobierno. La opinión pública se enteró porque en los medios fue ampliamente difundido. Sucede que para la compra de sus chicles y alguno que otro antojito, a lo que es muy proclive don Pepe Espinoza (a consecuencia de ello ya tiene una voluminosa panza), el alto funcionario dispuso de cien mil pesos en efectivo.
El fajo de billetes se lo dio a guardar a su chofer, quien debería ipso facto (como dijera El Guacho Zúñiga qepd) tenerlos a la mano cuando se lo pidiera. Un domingo el guachoma (término que también mucho manejaban El Guacho y su pandilla en la Oficina de Prensa del gobierno estatal, y que según ellos quiere decir guarura, chofer y mayate) fue a un restaurante de la colonia El Tecolote en Tepic, y el dinero lo dejó dentro de una “mariconera” que quedó a la vista en el asiento trasero del vehículo.
Un joven drogadicto, de los que ahora pugnan porque se legalice el uso de la mariguana, le echó el ojo al apetitoso botín. Sin más, estrelló el vidrio del vehículo y se apoderó del dinero. Lo primero que hizo fue comprar tenis para él y algunos de sus amigos en la tienda que se ubica en la esquina de la avenida México y Lerdo. Para no alargar el cuento, el Fiscal Veytia resolvió en problema del robo en menos de 24 horas con la detención de los implicados, pues no faltó el vecino que vio la acción y puso el dedo.
Por otro lado, el informe que el Órgano de Fiscalización Superior presentó al Congreso del Estado sobre auditoría a la cuenta pública de 2012, destaca el pago de millones de pesos por obra pública que no se realizó. El titular de la Secretaría de Obras Públicas del gobierno sandovalista era Gianni Ramírez Ocampo, hoy flamante diputado federal priista. Después de cumplir con el ordenamiento legal, Salvador Iñiguez Castillo, auditor general del OFS, renunció al cargo sin conocerse las razones de peso. Pero pasado el tiempo tampoco ha querido hablar del asunto.
Sobre el resultado del informe del OFS de las auditorias al gasto público ejercido en 2014 presentado en noviembre anterior, estamos en ayunas. Tal parece que ni a la totalidad de diputados, sobre todo de la oposición, se les dio a conocer por medio de una memoria o USB, el avance de la tecnología al servicio del hombre. Si como lo pregona, en verdad es tan transparente el gobierno de Roberto Sandoval, debería permitir que el Poder Judicial sometiera el informe al juicio popular. Nada de justificar el sometimiento a la ley para no hacerlo.
En el combate a la corrupción por órdenes del gobernador Roberto Sandoval (¿hasta ahorita?) se procederá, según se sabe contra ex funcionarios, seguramente de los tres niveles de gobierno, contra responsables de inadecuado manejo de dinero o desviación de recursos del erario, resultado de la investigación bien documentada. ¿Se tratará de antiguos servidores de la administración sandovalista que por alguna razón dejaron de serlo en el transcurso de cuatro años, anteriores presidentes municipales, o de quiénes?
Al principio señalé a aspirantes al puesto de gobernador, incluyo a la gran cantidad de quienes desean ocupar un cargo de elección popular, pues aquellos que resulten incómodos para el gobierno sandovalista (a partir del próximo año lo sabremos) será muy fácil sacarles sus trapitos al sol con el propósito de inhabilitarnos, pues resultados fehacientes de la investigación de tropelías tendrá a la mano la Fiscalía General del Estado para lo que disponga el señor gobernador Roberto Sandoval.
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