Los apuros de Roberto

Como siempre ha ocurrido en la administración sandovalista, tarde es la reacción ante los diversos acontecimientos. Hoy el gobernador Roberto Sandoval nos muestra la cara de gran benefactor al acudir ante los nayaritas más desvalidos, en situación de pobreza, para entregar el contenido de despensas que su angustia aliviarán tan sólo unos días.

Cuán alejado de la realidad debe estar el gobernante, puesto que un reclamo constante de muchos nayaritas que carecen de los suficientes recursos para sobrevivir ha sido la no entrega de alimentos mediante el programa nombrado Prosa, del cual Roberto Sandoval se siente muy orgulloso porque asegura ha abatido el hambre de los paisanos.

Pero además el guión de los videos elaborados con base en recomendación de  especialistas en mercadotecnia, nos hacen ver, oír y leer que el Ejecutivo estatal va cruzando veredas y caminos reales para en las comunidades ofrecer la construcción de casas habitación. Esas vivencias documentales del gobernador Roberto Sandoval son sólo para, cercana la Navidad, despertar por unos días la ternura de sus gobernados en desgracia, pues si siguiera su peregrinar se daría cuenta que se requiere más del doble de las diez mil casas que se comprometió a erigir en seis años de mandato.

El colmo de colmos es que el gobernador Roberto Sandoval hasta el momento no da la cara para enfrentar el conflicto con los trabajadores del SUTSEM que cumplen 81 días de plantón frente a Palacio de Gobierno, sede del Poder Ejecutivo de Nayarit. Podrán argumentarse uno y mil cuestionamientos por el proceder de ambas partes, decir que la soberbia está presente en los dos bandos, pero lo cierto es que el problema allí está, latente, y que por la pachorra del oficialismo continuará por los siglos de los siglos.

Sobre esta escaramuza ya hizo eco la prensa nacional a través de la página virtual de Proceso que titula: “Burócratas en plantón exigen diálogo a gobernador de Nayarit”. Se trata de una entrevista que el reportero Pedro Zamora Briseño realizó a la sempiterna lideresa del SUTSEM, Águeda Galicia, quien se regodea de lo lindo al aprovechar para exponer un rosario de razones por las que se encuentran en plantón permanente.

Dice, por ejemplo, que el gobernador Roberto Sandoval ha desdeñado solicitudes en el sentido de establecer mesa de diálogo para discutir los reclamos de los burócratas. Entre estos destacan el pago de algunas prestaciones, bonos y estímulos considerados en el contrato, así como la exigencia de que el gobierno estatal cubra más de mil millones de pesos (¡imposible!) que adeuda al fondo de pensiones, que se encuentra prácticamente sin recursos.

Tal como se mira el panorama, la dirigente sindical advierte el empleo de táctica dilatoria por parte de Roberto Sandoval con el insano propósito de heredar la deuda de pensiones a la siguiente administración. Argumenta que el gobernador de Nayarit le apuesta a la desesperación de los sindicalizados en plantón, pero pese al acoso y amenazas “nuestros compañeros están firmes en el propósito de que se nos pague todo el dinero que nos adeudan”. Ni un paso atrás.

Para acabarla de amolar al plantón de los sutsemistas se agregó un nutrido grupo de trabajadores de la salud del Hospital General de Tepic y Rosamorada, que al noveno día de paro hicieron público un volante para señalar que Pepe Espinoza, secretario general de gobierno, en los medios los acusa de estar bien asesorados por partidos políticos, “y que los nuestros son otros intereses”.

Le hacen saber que ante la falta de respuesta a su petición del pago de salarios quincenal atrasados por parte del gobierno estatal, acudieron a la panista senadora Martha Elena García, como representante popular de los nayaritas, para que intercediera ante la Dra. Mercedes Juan López, secretaria de Salud del gobierno federal, a fin de que se avocara a la solución del problema. Ello irritó sobremanera al gobierno de la gente, pues en lugar de resolver la dificultad arreciaron las represalias en su contra.

Hace algún tiempo el gobernador Roberto Sandoval no enfrenta vis a vis esta serie de problemas, sino todo lo deja a merced de don Pepe Espinoza, a quien le ha tocado bailar con la más fea, y por lo regular el desatino en sus decisiones como secretario general de gobierno han sido el pan nuestro de cada día. A propósito, Jorge Aníbal Montenegro Ibarra ha dicho: “Roberto Sandoval ya está aburrido de su responsabilidad, le agobian los problemas, pero más al darse cuenta que éstos no se acaban sólo con anuncios logreros. Está harto del gobierno”.

Pero además, no habla bien de su gobierno el hecho de que durante su cuarto año de mandato se hayan desatado aspiraciones de muchos por llegar a la gubernatura de Nayarit. Es como que dijeran: si Roberto Sandoval pudo ser, porque yo no.

Dentro del partido en el gobierno, el PRI, dos son los aspirantes más fuertes: Manuel Cota y Raúl Mejía. El primero con el supuesto apoyo del presidente de la república, Enrique Peña Nieto, mientras que el segundo del presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones. Se da por descontado que el gobernador no impondrá candidato, pero si hará la mosca chillar al impulsar aspiraciones.

Muchos confían en Cota para ser el abanderado priista, confían en que es el preferido presidencial, es el casi seguro. Sin embargo, en qué elevada posición política quedará Beltrones si como mandamás del PRI nacional gana la mayoría o la totalidad de las doce gubernaturas (más la extraordinaria de Colima) del país en juego para las elecciones del 2016. Estará en capacidad ante Peña Nieto de lograr aprobación para que su pupilo Raúl Mejía sea el candidato.

La imposición puede causar división entre el priismo estatal, en consecuencia pone a este partido en muy alto riesgo de perder las elecciones el primer domingo de junio de 2017, más cuando las circunstancias político-legales colocan a los adversarios en inmejorable posición electoral, aunado a que pudiera hacer explosión la soterrada inconformidad de importantes sectores de la población con el gobierno sandovalista.

Bueno, yo nomás digo; usted juzgue.