Periodismo pasquinero de barrio bajo en Nayarit

En el marco de la sexta Feria del Libro “Gran Nayar” se llevó a cabo la presentación del libro digital del periódico Lucifer de Tepic, que corresponde a la compilación de ejemplares del semanario solo del año de 1895, que para su preservación fueron donados a la Universidad Autónoma de Nayarit.

Este trascendental evento se realizó en la biblioteca magna de la Universidad Autónoma de Nayarit con la presentación del libro digital Lucifer de Tepic por parte de Octavio Campa Bonilla, mientras que la relatoría estuvo a cargo de Manuel Olimón Nolasco, sacerdote de la iglesia católica.

Se habló del periódico Lucifer, hoy convertido en libro digital, como el de mayor prestigio del periodismo en lo que fuera territorio de Tepic.

En junio de 1880 apareció por primera vez a la opinión pública, fundado por don Antonio Zaragoza Solís, propietario del mismo.

En ese entonces decía su dueño y director que el semanario Lucifer de Tepic “aparece por gusto sin ambición de lucro”.

Y agregaba: “Periódico que manifiesta con orgullo que no pertenece a la gran prensa, pero sí tiene la característica de pertenecer a la prensa honrada y decente del país”.

En las páginas del periódico Lucifer de Tepic escribían destacados literatos, así como relevantes colaboradores que plasmaron información, crónicas y comentarios sobre las artes y las letras, los espectáculos y la vida política del Tepic antiguo.

Luego de hacer un largo recorrido por la historia del Lucifer de Tepic, el padre Olimón en su relatoría se refirió a que su niñez, adolescencia y primera juventud las vivió en el Tepic de los periódicos Prensa Libre, El Nayar y El Sol de Tepic. “No faltaban en esos periódicos la valentía y el deseo de encontrar caminos constructivos”.

“Los logros de los gobiernos tenían abundante espacio, pero sin las exageraciones actuales como la fantasía del Puerto Nayarit, abierta y costosa distracción preelectoral en el pasado 2014.

“Podíamos regocijarnos con las puntadas de María Concepción Delgado, “Concha Moños”, y con la especial redacción de Las Pichicosas de la Pichi Ortiz, hermana menor de doña Emilia Ortiz, la artista, ser exquisito y a la vez desafiante. Con la seriedad de don Zenón Altamirano o de don Raúl Romero Gallardo, y la frivolidad soportable de Richard, Ricardo Silva Delgado, en su Martini Dulce del Sol de Tepic.

“En este último diario escribí de 1969 a 1977 una columna titulada Umbral, que restauré en el periódico mensual de la Diócesis de Tepic “La Senda de Fray Junípero” a partir de de 2010, impreso ahora desaparecido, pero eufemísticamente transformado en la forma electrónica.

“El periodismo nayarita formaba opinión y tenía escritores con independencia mental y cabalidad moral, si bien ni todos ni siempre, pero esas cualidades existían. Esto escasea en la actualidad para vergüenza de quienes creemos en la opinión plural y abierta, así como en la libertad de expresión constructiva y sobre todo en la dignidad de toda persona.

 “A nuestro alrededor vemos portadas y primeras planas más dignas, o indignas, de las revistas de nota roja de hace algunas décadas: Alarma o Alerta.

“Escasez, o casi total ausencia, de trabajo reporteril suplantado por elogiosos boletines del gobierno de la gente, idénticos en unos diarios y en otros.

“Columnas de descalificación orientada o de alabanzas dirigidas, como Qué me siga la tambora del Express de Nayarit, o La Serpentina de Meridiano.

“No pocos textos de Avance, El Sol de Nayarit, Gente&Poder (sic) o Realidades escritos a la manera de pasquines de barrio bajo.

Al final el padre Olimón Nolasco hizo las siguientes reflexiones sobre el periodismo nayarita: ¿No merece nuestra gente algo mejor? ¿No hará falta integrar un clima de verdadera opinión y sana pluralidad? ¿No merecen los egresados de las carreras de Comunicación oportunidades auténticas de desarrollo en la opinión y en el ejercicio de la ética, tan necesaria como el alimento nutritivo?

“Ojalá el periodismo del futuro, entre nosotros, se rija por los conceptos memorables impresos en Lucifer del licenciado Zaragoza: Si no ilustro no pervierto, ni insulto ni calumnio ni exploto.