El Bronco

El famoso Bronco es Gobernador. Llegó al poder por la vía independiente. Fue candidato ciudadano. Ningún partido lo registró. Es de las novedades de la política mexicana. Inaugura esta figura a nivel de una gubernatura, la del estado norteño de Nuevo León, donde campea un sector de la oligarquía nacional, llamado Grupo Monterrey.

Antes de él, hubo alcaldes que asumieron el cargo, llegando por la vía independiente, tal cual, fue, el muy sonado caso de Layín, en San Blas, aquí en nuestro estado Nayarit, quién, también, lo han convertido, así como al Bronco, en un fenómeno de masas; y ¡vaya! que lo es, practicando métodos que rayan en la pornografía y repartiendo billetes hasta de mil pesos, aunque le ha ido bajando hasta regalar papeles de veinte pesos, a diestra y siniestra, cuya forma para hacer la política, debería ser tremendamente sancionada por la autoridad electoral, debido a la ofensa ocasionada a las grandes masas de nuestro pueblo, al darles el trato de ciudadanos limosneros, cuando tal actividad, se enmarca dentro de la política, la actividad más elevada del pensamiento humano, misma que, debería privilegiar y, permitir, solamente, el debate de las ideas, tal y como ocurre, en las democracias más avanzadas del planeta, ya que, es la forma única, de alcanzar la elevación del espíritu humano y la liberación de mujeres y hombres.

Estos perfiles, como el de El Bronco y Layín, son la nueva modalidad del neoliberalismo imperial, tal y como lo está siendo, ya, Donald Trump, aspirante republicano a ocupar el máximo cargo del poder del Estado, en la Unión Americana, del cual, no se descarta, al presentarse la posibilidad de no alcanzar la nominación del Partido Republicano, igual, decida postularse por la vía independiente, con posibilidades de ganarle a demócratas y republicanos, dado el desgaste histórico que éstos padecen y, se hace necesario y urgente, para el imperio, inaugurar una nueva figura que conquiste masas y siga representando los sagrados intereses de las trasnacionales que se están acabando el planeta y destruyendo la vida en la tierra.

Detrás del Bronco, está Salinas, sin lugar a dudas. El ex presidente lo respaldó para que fuera gobernador de Nuevo León. Sigue jugando con esta carta. La preocupación del salinismo y la oligarquía nacional, es López Obrador. No le dan alcance al tabasqueño. Ya se les peló. Les asestó un golpe mortal en el Distrito Federal, colocando a MORENA, en el partido número uno de la capital del país.

¿Qué hacer? Ahora Salinas es el ideólogo de las candidaturas al margen de los partidos, es decir, de las candidaturas independientes, aquellas que combatió desde las filas de su partido, el Revolucionario Institucional (PRI).

Soy partidario de las Candidaturas Independientes, desde hace muchos años atrás, cuando, ni de relajo, se pensaba que podrían ser figura constitucional y camino para disputar el poder político, por la vía electoral y pacífica, tal y como da cuenta, mi ensayo con el título “Pluralismo Político el Camino de Nayarit”, publicado, el cual, tiene integrado un capítulo con esa denominación.

Los derechos políticos del pueblo parten del ciudadano, de acuerdo al principio constitucional y democrático.

Es un avance del sistema político mexicano considerar a las candidaturas ciudadanas independientes, a condición de que se le quiten los tremendos candados reglamentarios y legales, porque ahora, sólo pueden usar esa figura, los representantes y abanderados de la oligarquía nacional y foránea, tal cual, es el caso de El Bronco y Layín, mismos que, nada tienen que ver con los intereses de la clase obrera y los campesinos.

El Bronco y Layín, son más de lo mismo. Representan el interés del gran capital. Con el segundo ya lo sabemos, pues, es la segunda vez que es alcalde y no existe ninguna diferencia entre él y los gobernantes del PRI y del PAN. El Bronco, pronto nos sacará del apuro. Por lo pronto, integró un gabinete con puros abanderados de la corrupción regiomontana y neolonesa, todos, cercanos al Presidente más corrupto y vendepatrias que ha tenido este país, como lo fue Carlos Salinas de Gortari.

Las cuentas no le saldrán a Salinas. En el 2018, habrá una insurrección cívica y el Presidente de la República, para el período 2018-2024, será el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, el mejor Jefe de Gobierno que ha tenido la ciudad de México.