“Un pueblo que cuida a sus abuelos, niños y jóvenes, tiene el triunfo asegurado”

La gira del Papa Francisco a Cuba nos habla de las perspectivas de la humanidad. En efecto, un mundo mejor es posible. El balance de este viaje es positivo, a favor de la paz mundial; ayuda mucho, al proceso político que inició el 1 de enero de 1959, conocido por la historia, como Revolución Cubana, punto de partida de la independencia definitiva de nuestra América.

Una frase de su Santidad en el curso de esta jornada de tres días, resume todo y, nos da, para reconocer tanto al líder católico, a partir de su teoría y práctica, como, de igual modo, al sistema socialista de la isla:

“UN PUEBLO QUE CUIDA A SUS ABUELOS, Y QUE CUIDA A SUS NIÑOS Y A SUS JÓVENES, TIENE EL TRIUNFO ASEGURADO”.

El Papa está informado. Desde antes de arribar y, ya, en tierra cubana, comprobó, que la prioridad del sistema, son los abuelos, los niños y jóvenes. Para ellos y por ellos se hizo la Revolución. Es la patria de los trabajadores. En Cuba no hay explotadores. Eso se acabó. Por tanto, la convicción profunda del dirigente católico, es que un sistema con estas características, tal y como él muy bien lo dijo, “tiene el triunfo asegurado”, es decir, es invencible, siempre se alzará con la victoria, tal cual, lo ha venido haciendo desde el Asalto al Cuartel Moncada.

Y, justo, sólo la patria de los trabajadores, es la que garantiza cuidado y protección a abuelos, niños y jóvenes; y, al existir garantías plenas para éstos, toda la población, sin exclusiones de ningún tipo, está cien por ciento asegurada.

La riqueza, producida por todos los trabajadores de la isla, es repartida con equidad y democracia. Los derechos básicos están asegurados para todos los cubanos, sin excepción de nadie, ni de ninguno.

En Cuba hay salud para todos. Hay hospitales, médicos y medicinas para todos. Hay educación para todos. Hay escuelas, aulas, maestros y libros para todos. Hay cultura para todos. Hay vivienda para todos. Hay empleo para todos. Hay salario para todos. El desempleo desapareció. Hay comida para todos. Nadie se muere de hambre. Cuba es el país más seguro de la tierra. La inseguridad no existe, está en cero. El sistema político es el más avanzado del globo. La ciudadanía y el derecho a votar se adquiere desde los 16 años de edad. Los niños cuidan y vigilan las elecciones. Hay libertad de pensamiento y creencia religiosa. El medio ambiente y los recursos de la naturaleza se cuidan como a la niña de nuestros ojos. La avaricia y ambición por poseer riqueza personal y bienes materiales, se extinguió. La moral auténtica es la que predomina entre las grandes masas cubanas.

En pocas palabras, en Cuba hay democracia. Esa es la verdadera democracia, no la que pregona el imperio y la oligarquía, tal cual ocurre en países como el nuestro, México. Eso lo vio y comprobó el Jefe de mil millones de católicos en el mundo. Aunque, es de reconocer la valentía de Su Santidad, al pronunciar la frase, título del presente comentario.

La visita de Francisco a Cuba se enmarca luego de haberse reanudado las relaciones entre los gobiernos de la isla y Estados Unidos en cuyo proceso el Papa jugó un papel muy importante.

Y, ahora, lo que sigue. El levantamiento del bloqueo y el retiro de la base naval de Guantánamo. Seguramente, serán banderas de la dirigencia actual del Vaticano, mismas que serán determinantes en la mesa de negociación, virtud a la fuerza que tiene la iglesia católica en el mundo.

Por lo pronto, al difundir estos logros sociales del sistema socialista cubano, referidos a abuelos, niños y jóvenes, el Papa está insinuando, abiertamente, que este es el camino de los pueblos, en rechazo tácito, al neoliberalismo, que hace todo lo contrario.

Los pueblos de la tierra, dónde nos encontramos el laborioso pueblo nayarita, estamos contentos y de plácemes por la visita del Papa Francisco a Cuba socialista; saludamos el sincero y entusiasta contacto que tuvo el líder religioso con las grandes masas del país, sus conversaciones con el Presidente Raúl Castro, así como el encuentro sostenido con el líder histórico de la Revolución, el Comandante Fidel Castro.