La lucha por el SPAUAN

Bastó un rumor y unas declaraciones para que se alborotaran las hormonas y feromonas. Se escucha decir: “Carlos se reelige. Ya lo declaró”. Y entorno a esos supuestos hechos de futuro se arma la pelotera. Todavía falta un año para el cambio de dirigente sindical y los madrugadores universitarios, al igual que los tempraneros a la gubernatura del Estado, ya andan organizándose para asaltar la dirigencia sindical por un lado y el gobierno estatal por el otro. Sin embargo no es ocioso destacar que tanto en la Universidad como en la entidad existe un malestar que conforme pasan los días se hace más insoportable. Y es que en ambos lados rige la corrupción, la insolencia y la indolencia. Por eso los movimientos universitarios y sociales que son convocados por personas medianamente honestas, sensibles y solidarias tienen respuestas positivas y son concurrentes. Eso sucedió con la reunión convocada el sábado pasado en conocido café-restaurante de Tepic.

Me citaron a las 9 horas en punto. Pero por motivos varios llegué a las 9:20. A esa hora ya estaba una maestra hablando. Su tema central fue la violación al contrato colectivo de trabajo y la nula e ineficaz participación del dirigente del SPAUAN para ante las instancias correspondientes hacer valer el clausulado. Que al decir de otro de los oradores, fue rasurado y ordeñado de las propuestas que la comisión pertinente hizo en tiempo y forma para su inclusión. Ese asunto del contrato colectivo de trabajo parece que es tabú porque en reuniones de jubilados y pensionados ya se ha tocado el tema de la violación y por una u otra injustificada razón se le saca la vuelta. Tal pareciera que no se quiere tocar la tranquilidad del rector ni con el pétalo de una rosa. El caso es que el contrato colectivo de trabajo que rige las relaciones obrero patronales de los académicos y la UAN se encuentra más violado que la Constitución Política de las Estados Unidos Mexicanos.

Como había muchos jubilados en la reunión antes citada, el tema de los servicios médicos y del fondo de pensiones no se hizo esperar. Por lo que pude observar son más radicales los jubilados y pensionados que los activos. Quizás porque los primeros fueron los que en medio de la violencia y el fuego construyeron lo que hoy con tanta tranquilidad se disfruta. Quizás por eso las reuniones y acciones de las jubilados y pensionados son más radicales que la de otros universitarios. A propósito de enchiladas, fue una comisión a la ciudad del Distrito Federal para solicitar ante la Auditoría Superior de la Federación, una auditoría al Fondo de Pensiones y Jubilaciones. Los comisionados fueron atendidos por el Director General de la ASF, quien comisionó al auditor del ramo para que se implementara una mesa de trabajo con los comisionados. Ante él se presentaron más de 200 páginas que constituían el legajo se les dejó y, cuyas copias se entregaron a la Presidencia de la República, ante la Secretaría de la Función Pública y ante Hacienda. Los resultados de la gestión de esa comisión de Jubilados y Pensionados fueron por demás exitosos. La Auditoría Superior de la Federación se comprometió a ejecutar una auditoría histórica al fondo en mención y fincar responsabilidades. Desde luego que el problema no se resuelve con solo fincar responsabilidades, sino con subsanar lo sustraído y con la previsión del déficit presupuestario para cubrir las erogaciones correspondientes al pago de las jubilaciones y pensiones. Este es un tema de trascendencia que no se toco en la reunión del sábado. Sin embargo por lo que allí se dijo, en un futuro inmediato se convocará a otra reunión y se visitarán las escuelas para invitar a los docentes en activo a integrarse a este movimiento universitario. Por lo pronto hay que conocer el contrato colectivo de trabajo y observar que entre las clausulas violadas están aquellas que benefician a los Jubilados y Pensionados. En fin.