Crisis en la economía mexicana
Octavio Camelo Romero
24 de agosto de 2015
Desafortunadamente tenemos en el gobierno a una clase política bisoña que no tiene idea de cómo conducir al país para el bienestar de la población. Se han entregado en cuerpo y alma al capital transnacional fundamentalmente de origen occidental, y más concretamente de marca norteamericana, y con ello han hecho de la economía mexicana un apéndice de Estados Unidos de América. Hoy pretenden realizar una estrategia china de crear zonas económicas especiales con tratamientos fiscales diferenciales para atraer inversión extranjera a dichas zonas. A los chinos les funcionó y seguramente a los funcionarios mexicanos también les funcionará.
La atención de la administración federal se concentrará en los estados de Oaxaca, Chiapas y Guerrero donde no se observan los efectos positivos de la inserción de México a la globalidad. Es más, Enrique Peña Nieto y demás funcionarios de la República no se han dado cuenta que en todo el país no se ha reflejado el “bienestar social” de la incorporación del país al capitalismo global de origen norteamericano, no se han dado cuenta que la mitad de la población mexicana está en situación de pobreza alimentaria. Sin embargo no se pueden negar los programas de “ayuda” para los estados del sur-sureste, aunque es claro que la estrategia de desarrollo en el sur del país ha tenido un carácter dominantemente asistencial y ha sido un reverendo fracaso. Se han creado programas oficiales para abatir carencias básicas pero que no han sido promotores del empleo, de la inversión y, por tanto, del crecimiento económico. Es claro que si se sigue haciendo lo mismo se va a seguir teniendo los mismos resultados. Por eso, y esa es la justificación, se buscan nuevas estrategias de desarrollo para el sur del país y una de ellas es la creación de las “zonas económicas especiales”.
En México las figuras de las zonas económicas no se han utilizado. Siguiendo la experiencia china se pueden utilizar medidas dentro de la lógica de atraer capital transnacional para el crecimiento económico de la región. Obvio es que en el corto plazo, si es que la estrategia es atractiva, se crearán muchos puestos de trabajo y se elevará el consumo de las familias. Por lo pronto se tiene a una zona deprimida en ingresos con una mano de obra abaratada por las mismas circunstancias. Si además a las zonas especiales se les dotan de ventajas fiscales, como por ejemplo de tener un régimen aduanero especial, un marco regulatorio ágil, una infraestructura de primer nivel, unos programas de apoyo y otros estímulos, seguramente pronto se verán en la región a dichos capitales transnacionales. Solamente habrá un problema, que EEUU lo permita, porque si él no quiere no habrá inversión. Así se vio con la construcción del tren chino de alta velocidad. Sin embargo estas medidas no son para inversiones de corto plazo ni para solventar las situaciones difíciles que está viviendo la economía mexicana en 2015 y que vivirá en 2016. Y la crisis del capitalismo global no se resolverá como no se ha resuelto en los siguientes meses. El presidente Enrique Peña Nieto y su secretario de Hacienda deben tomar medidas de corto plazo y de efectos inmediatos. Por lo pronto deben incrementar la capacidad adquisitiva de las familias de los trabajadores para impulsar al mercado interno, al mercado de las micros, pequeñas y medianas empresas que son las que dan ocupación a los mexicanos. Cualquier ciudadano sabe que si le hacen pagar impuestos es como si le elevaran los precios de los productos de consumo familiar. Por ello la Secretaría de Hacienda más que perseguir a los ciudadanos, debería estimular fiscalmente para abaratar el costo de la canasta básica. Solo falta que como Porfirio Díaz se cobre por puertas y ventanas de las casas. Sigo pensando que los actuales funcionarios son ineficaces y que deben renunciar a sus puestos. El país no resiste más torpezas. Están paralizando la economía mexicana. En fin.
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