Integrantes de ayuntamientos desconocen obligaciones de ley, solo son cobrones
Oscar González Bonilla
24 de agosto de 2015
Manuel Narváez Robles, Coordinador de Fortalecimiento Municipal del Gobierno de Nayarit, tiene como trabajo básico recalcar a alcaldes y principales colaboradores de ayuntamiento cuál es su función como servidores públicos, exigirles abreven en la Ley Municipal.
Elogia lo bien elaborado de las leyes. “Son inmejorables la Constitución general, así como la local y la Ley Municipal, pero no se cumplen. Tengo temor que a veces ni siquiera se leen”.
Dice parecer iluso, pero cumplir labores establecidas en la ley provoca el desarrollo de los pueblos. “Los funcionarios municipales tienen muchas facultades otorgadas por las leyes, pero luego se tuercen para trabajar menos o para ganar más”.
Ello obliga a Manuel Narváez Robles a manifestar la necesidad de seleccionar con mayor rigor a quienes trabajan en los ayuntamientos, desde los que son electos hasta los empleados. “No hay control de calidad en ambos casos”.
Según su apreciación ha habido excelentes candidatos, pero pésimos gobernantes. “Resulta que votan los ciudadanos por el candidato que les cayó bien, pero nunca supieron si estaba capacitado para llevar las riendas del gobierno municipal”.
“Esto debe ponernos a pensar: que los candidatos surjan de decisiones tomadas a la ligera por los partidos políticos, incluso por la misma sociedad. También tiene mucho que ver el gobierno en turno, porque no es posible que cada tres o seis años se reinicie la historia de un municipio o entidad, esto definitivamente es regresivo. Es inadmisible que yo detenga la construcción de una obra porque la inició mi antecesor, o ya terminada no le doy mantenimiento.
“Urge en Nayarit reestructurar la política que administra las entidades, y debemos empezar por los ayuntamientos, el municipio libre base de la división territorial y de la organización política del Estado, célula de mayor cercanía y contacto con la gente.
Los municipios deben cumplir en estricto sentido la ley al tener a su cargo servicios públicos, pues nada los obliga a construir obra al margen de este ordenamiento constitucional, pero es alentador gestionar ante los gobiernos federal y estatal que contribuyan con la erección de un edifico escolar u hospital, o la pavimentación de carreteras, etcétera, argumenta.
La primacía del municipio, enfatiza Narváez, es entregar servicios públicos de excelencia. “En estos tiempos el ciudadano agradece mucho más tener agua potable en su toma domiciliaria, efectiva recolección de basura, drenaje, alumbrado en la calle y permanente seguridad pública a que le construyas el parque con fuentes danzarinas o la cancha de usos múltiples”.
Regidores y funcionarios del ayuntamiento actuales afloran desconocimiento de sus obligaciones en la ley. “Esto se ha trastocado a un asunto laboral, pues los señalados solo empeñados están en obtener sueldo, mejorar su situación personal, antes que cualesquiera otras cosas que en verdad les corresponden. Esto lo digo con mucho respeto, porque no es la generalidad, pero sí son muchos”.
Alerta Manuel Narváez el riesgo de regresión a tiendas de raya en que podrían convertirse los ayuntamientos. Ante la imposibilidad de tener dinero para comprar camiones de basura, lámparas, equipo de policía, dice se circunscribirá tan solo al pago de salario a empleados, “número que cada año crece inexorablemente”.
Cabildos y gobiernos estatales se despachan con la cuchara grande, por esa razón considera Narváez Robles el presidente de la república se vio obligado enviar al Congreso aprobación de ley de disciplina financiera, a fin de obligar a alcaldes y gobernadores pedir permiso para adquirir deuda.
“No debiera ser así, no es necesaria la fiscalización, representa un retroceso, porque los municipios mantuvieron el ejercicio libre de sus propios caudales, pero se aprovecharon. Con excepción del de la capital, los demás municipios, me duele mucho decirlo, tienen marcha en retroceso. Mi pueblo (Santiago Ixcuintla), Acaponeta, Compostela….tuvieron mejores tiempos, es una lástima, pues no se puede atribuir a los factores que consigo trae la modernidad.
En Nayarit, como casi ninguna entidad del país, el regidor al ayuntamiento es electo de manera directa y democrática en cada demarcación, pero a pesar de ese importante logro, en opinión de Manuel Narváez vemos que no se avanza como quisiéramos, no podemos presumir que los actuales cabildos trabajen mejor que los anteriores.
Para el funcionario del gobierno sandovalista quienes laboran en los ayuntamientos no escapan a hechos de corrupción en trámites administrativos. “esto se propaga como cáncer. Aunado a la mentalidad obstructiva de algunos regidores se corre el riesgo de una implosión del ayuntamiento”.
Al Coordinador de Fortalecimiento Municipal pregunto si dejarán deuda pública algunos de los 20 ayuntamientos de Nayarit, situación que ha sido recurrente en las anteriores administraciones municipales y que no está exenta de desvíos para provecho personal de alcaldes y funcionarios.
Cree que será en menores proporciones que en años pasados por la puesta en vigor de la ley de fiscalización. “Se busca haya mayor vigilancia. Por desgracia tenemos ya ratito convirtiendo a gobernantes, si no en millonarios, cuando menos en gente acaudalada que en tres años mágicamente triplica fortuna”.
Comento al doctor Manuel Narváez que con base a la reforma constitucional del 10 de febrero de 2014, los presidentes municipales, síndicos y regidores de Nayarit podrán reelegirse por un periodo adicional en el proceso electoral local de 2017, siendo caso único en el país. Preguntó: ¿Usted cree que por el buen desempeño en su trabajo, algunos serán premiados con la reelección?
-Es pronto para decirlo.
“Estos primeros meses su batalla ha sido arreglar lo descompuesto por sus antecesores. Por desgracia alguien paga los platos rotos. A esta hornada de alcaldes les corresponderá medio enmendar el desorden, la anarquía, que durante varios trienios se estuvo haciendo en la especie de principado en que se ha convertido la presidencia municipal”.
Manuel Narváez Robles, doctor en medicina humana por la UNAM como profesión, cuarto en el orden en ocupar la Coordinación de Fomento Municipal del Gobierno de Nayarit, fue candidato del PRI a presidente municipal de Santiago Ixcuintla en 1999, y perdió.
-“Exclusivamente me tocó tener el “orgullo” de ser el primer priista que pierde la presidencia municipal de Santiago, por allá en el 99 cuando también el PRI perdió la gubernatura”.
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