El PRD o se transforma o se desfunda
Francisco Cruz Angulo
20 de agosto de 2015
Ante la caída electoral del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la última elección federal y estatales en los comicios de junio pasado su dirigencia nacional encabezada por Carlos Navarrete, éste puso en manos del consejo político nacional su separación del cargo como líder nacional y de todos los miembros del comité ejecutivo nacional.
Se aprobó en su último consejo nacional extraordinario que a partir de la renuncia de Carlos Navarrete, en el próximo congreso nacional a celebrarse del 17 al 20 de septiembre se decidirá quién lo relevará del cargo y del resto del comité ejecutivo nacional bajo la premisa de recuperar su unidad interna, su identidad como un proyecto alternativo de nación y más aún la confianza popular mediante un compromiso claro y contundente con las demandas cotidianas de millones de mexicanos que viven en la pobreza. En otras palabras, ponerse al frente en la lucha popular lo que implica una nueva actitud frente al actual régimen político que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto.
Atendiendo estas líneas de acción el consejo político de ese partido en nuestra entidad analizaron y debatieron varias propuestas encaminadas a presentarlas en el próximo congreso nacional a celebrarse en la Ciudad de México en la citada fecha.
Pues bien entre los resolutivos del pleno los consejeros políticos del perredismo nayarita destacan:
1.-Que la transformación del PRD tienda a recuperar su naturaleza de un partido de oposición que aspire a transformar la sociedad combatiendo día a día la desigualdad y la injusticia social.
Para ello el PRD nayarita se propone definir con claridad cómo deben de ser las relaciones políticas con el Gobierno Estatal y los 20 ayuntamientos y el papel que debe asumir la bancada perredista en la XXXI Legislatura local en la línea anteriormente descrita.
2.-Que el PRD tome la iniciativa en la lucha popular en poblaciones rurales y urbanas, en colonias populares en torno a demandas sentidas de la población.
3.-Crear una escuela estatal formadora de nuevos cuadros políticos con el objetivo de capacitar política y profesionalmente a los nuevos liderazgos que tomarán la batuta del partido en lo futuro.
4.-Abrir las puertas del PRD a la gente que se identifique con el ideario programático del partido.
5.-Que la política de alianzas en los procesos electorales estatales la determinen los consejos políticos estatales dada la especificidad de la problemática local.
En principio estas propuestas serán viables en la medida que se concreten en acciones.
Sin embargo veo varios obstáculos que podrían impedir estas buenas intenciones.
¿Qué papel jugarán las denominadas “tribus” o corrientes internas que desde hace varias décadas tomaron como rehén al partido? De continuar disputándose cuotas de poder al interior del partido y en la distribución de los puestos de elección popular acabarán por desbarrancar al partido.
Como lo señaló con buen tino el talentoso senador de la república Miguel Barbosa cuando propone que la función de las corrientes internas del partido deben ser su conciencia crítica, esto es, las que analicen y debatan los importantes temas de la agenda nacional y determinen la línea programática del partido y de ninguna manera sean grupos de presión para sacar más raja en el reparto de los puestos de elección popular como así ocurre hasta la fecha.
En efecto si no cambia la actitud de las “tribus” del PRD, es decir del agandalle clientelar y patrimonialista la sustitución de su actual comité ejecutivo nacional será un simple cambio de maquillaje.
De continuar así será en lo futuro una fuerza política testimonial pero no una opción de gobierno diferente a la del PRI y del PAN…
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