La ignorancia y perversidad de Javier Castellón

I

El desarrollo histórico nacional del momento, va más allá de López Obrador y el PRD. El presente y futuro de México, es un problema nacional. No es propiedad de nadie, ni adjudicable a ninguna entidad en particular y de forma separada. Nuestra historia es una sola. No hay dos, o tres, o más versiones de lo que hemos sido, somos y seremos, como país. El camino a seguir en la actualidad, que salvará a la república, tiene una sola ruta, tal y como así fue en la Independencia, en la Reforma y en la Revolución Mexicana de 1910.

La ruta personificada en AMLO rumbo al 2018, no es la de dicho ciudadano en lo individual, como lo señaló Javier Castellón, Presidente del PRD nayarita, en su página de Facebook, el pasado 13 de agosto. Esta línea rumbo a la sucesión presidencial, a definirse a través del voto universal dentro de poco más de 2 años, toca las etapas históricas de la nación, representadas por Hidalgo, Juárez, Madero y el General Lázaro Cárdenas.

Aquí, es oportuno insistir: la historia de México es una sola. Así será por los siglos de los siglos. No es como lo escribe el exRector de la UAN, mostrando una ignorancia terrible e increíble, “diseñemos nuestro propio camino” (se refiere al PRD), argumentando que Andrés Manuel “ha trazado su ruta al 2018”. No hay dos caminos. No hay dos historias. No hay dos desarrollos. No hay dos estrategias. Ha habido, hay y habrá una sola trayectoria. Esto es elemental, cualesquiera lo entiende.

La Independencia de 1810, fue ganada por la izquierda, venciendo a la derecha. La Reforma se conquistó con el pensamiento de la izquierda, derrotando a la derecha. La Revolución de 1910 triunfó, porque la dirigió la izquierda mexicana, golpeando letalmente y sepultando para siempre, a la derecha.

En el 2015 y en el 2018, es y, será, igual. La izquierda contra la derecha, es ya y, será, la disputa. No hay dos izquierdas. No hay dos derechas. Hay una sola izquierda nacional y una sola derecha mexicana. La fruta está madura. La izquierda ganará la Presidencia de la República. No me cabe, a mí, la menor duda de ello. La derecha ya no tiene tablas, ni qué ofrecer; ha disparado todas sus armas y recursos; construyó un modelo que se agotó y está en mortal agonía. Nos guste o no, el personaje más aventajado, en este momento, que representa a la izquierda mexicana, se llama Andrés Manuel López Obrador. Quien gesticule, con los ademanes que sean, contra esta realidad política, particular, concreta, coyuntural, está en el campo de la derecha y, le sirve, abierta y descaradamente, a los enemigos del pueblo.

II

La “desaparición” o el “desfonde” del PRD, aludido y definido perversamente por Castellón, no es, ni será una macabra obra de López Obrador, sino, es responsabilidad directa, de la dirigencia perredista, particularmente, de la corriente que secuestró a este partido, conocida como Nueva Izquierda (NI) y que Nayarit es uno de sus campos donde ha experimentado y sigue experimentando, pretendiendo tapar el sol con un dedo, lo que, definitivamente, no ha podido, ni podrá, ¡jamás!; el pueblo nayarita somos mucha pieza.

Es la línea equivocada e incorrecta, antihistórica, diríamos, para ser claros y precisos, lo que hace desfondar o desaparecer los proyectos partidarios-políticos. Es lo que le está pasando al PRD. De continuar así, ni cenizas quedarán de esta organización. El actuar de los chuchos, como coloquial y peyorativamente se les conoce, fue igual al de Cruickshank y Aguilar Talamantes, de cuyos personajes, ya nadie se acuerda, porque, quedaron en el basurero de la historia, como acaban siempre los traidores y los esquiroles.

En el caso de Nayarit, sin ir muy lejos, con Toño Echevarría, el PRD escogió el camino de la derecha, pudiendo virar hacia la izquierda, conquistando la gubernatura, en virtud de que las condiciones estaban creadas y dadas para ello; optando, en aquellos tiempos, por entregarle el gobierno a un cuadro que está en el bando ideológico y programático del Partido Republicano, ésta, la expresión más nefasta a nivel mundial. Con Polo, del mismo modo, se pudo haber disputado por el camino de la izquierda e integrar un gobierno municipal que diera continuidad a la magna obra del XXVI Ayuntamiento de Tepic, dirigido por Alejandro Gascón Mercado, el mejor Presidente Municipal de la historia nacional, desde que Hernán Cortés inició la vida de los cabildos en nuestra inmensa república. Pero no. Se escogió el camino de la derecha, la senda equivocada. Y, lo peor y más grave: se persiste en el error. Se sigue en la línea que los llevará a la desaparición. El anuncio ya lo hizo a los cuatro vientos, Acosta Naranjo, el jefe verdadero. La decisión es postular al alcalde Domínguez González para gobernador en el 2017, en coalición con Acción Nacional. Ir con el PAN es lo mismo que ir aliados con el PRI. Porque, lo hemos dicho y hoy lo repetimos: PAN y PRI son lo mismo. PAN y PRI son el sostén de este modelo socioeconómico que tiene hundido en la barbarie a Nayarit y a México. PAN y PRI tienen destruido a nuestro estado y a nuestro país. Eso lo sabe el talentoso y guerrero pueblo nayarita, que derrotará en el 2017, la política naranjocastellonista-cruickshaniana-aguilartalamantista, al servicio del herido de muerte, neoliberalismo.

III

Cuando se dice que el PRD se equivocaría si continúa su “dependencia” de López Obrador, equivale a negar el 2006 y el 2012, incluso, el 88, con el Ingeniero Cárdenas en la disputa presidencial. Estos tres eventos, están registrados ya en la historia de México, como grandes saltos en el desarrollo mexicano, rumbo a la conquista del Poder Ejecutivo Federal, mismos que, contribuyeron extraordinariamente, a la madurez del proceso que instalará y sentará a la izquierda en Palacio Nacional.

Necesariamente, aquí y en China, una personalidad resume toda la historia de una región. En México, a nivel de presidentes, Juárez y Cárdenas, sintetizan lo que hemos sido como país. Sería una insensatez y anticientífico argumentar que la historia nacional no puede depender de estos dos grandes mandatarios que siguen siendo un lujo para la nación. Palabras más, palabras menos, la no dependencia, es ampliamente difundida por Televisa, tratando de imponer lo imposible, al mostrar a Porfirio Díaz como al gran héroe de la república, pretendiendo desplazar y, hasta borrar, a estos dos gigantes, parte, por añadidura, de los anales del universo.

La postura del presidente formal del perredismo nayarita (porque el real es otro), no es la “dependencia” de López Obrador, sino, que ellos, el PRD, dependa de una figura que represente a la derecha e ir aliados en el 2018 con el Partido Acción Nacional. En política, como alguien dijo por ahí, la forma es fondo. El contenido de este asunto, es que esta corriente del sol azteca individualizada por Castellón Fonseca, trabaja abierta y descaradamente en la derecha, creyendo que el pueblo de México se chupará el dedo, o que es tonto, pero no, el pueblo de México es sabio y sabe distinguir muy bien entre izquierda y derecha, por lo que, así llegaran en coalición electoral PRI-PAN-PRD, la victoria política en la sucesión presidencial que viene, será contundente, a favor de las fuerzas de izquierda de la nación, para incrustarnos así en el modelo, en marcha apresurada e incontenible, de la América Latina.

IV

Cruickshank y Alejandro jamás se encontrarán. Alejandro está en la historia y el otro en el basurero de la historia. Son categorías tremenda y diametralmente antagónicas. Es lo que pasará, si el PRD en la sucesión presidencial, sigue el camino de la derecha. Está a tiempo. Puede rectificar y acomodarse en la vereda correcta. De otra suerte, no habrá tiempo ni espacio, para acordar a favor de los más pobres, como lo presume Castellón en el mensaje que hemos referido, porque el partido fundado en 1989, ya no existirá y nadie, ni de relajo, se acordará de él, ¡vaya!, ni siquiera los que hoy sirve, el PAN y el PRI, porque será desechado como trapo viejo y se pudrirá en el completo y absoluto olvido. La postura de Aureoles, Gobernador electo de Michoacán, así como la de Pablo Gómez, está en el frente de izquierda, con un candidato a la Presidencia de la República, de izquierda. Eso, no es dependencia, eso, es aplicar los principios de la ciencia política.

Sin embargo, dicen en mi rancho, como “la esperanza muere al último”, yo, Miguel González Ibarra, el más humilde de los soldados de la causa por la transformación democrática de México y Nayarit, hago votos porque el Maestro Castellón, rectifique. Alejandro Gascón, el dirigente más grande de estas tierras, por esta posible rectificación, estará muy complacido.