La devaluación del capital
Octavio Camelo Romero
30 de julio de 2015
El tema de la devaluación es un tema de actualidad. Pero su precisión es un asunto crucial para comprender el comportamiento socio-económico y político de los gobiernos locales y del Estado Transnacional. En realidad muchos de los apologistas de los gobiernos locales no atinan a entender la situación por la cual está pasando el capitalismo planetario contemporáneo. Confunden el fenómeno de la devaluación de la moneda con la devaluación del Capital. Y en estos precisos momentos es de suma importancia que comprendamos el tipo de devaluación que vive la tierra para determinar las medidas oportunas que deben de tomarse en las esferas locales. Es incuestionable que existe en nuestro país como en Europa una devaluación de la moneda, pero también es innegable que dicha devaluación tiene por fundamento la devaluación del Capital.
El director general de Interacciones Banco Gerardo Salazar, con base en información oficial reveló que en el transcurso de este año salieron del país inversiones por 43 mil millones de dólares ante la expectativa de un incremento de las tasas de interés en Estados Unidos. Dichas inversiones estaban depositadas en instrumentos financieros que se negocian en los mercados locales. Esta es una apreciación equívoca porque en primer lugar el banco central de Estados Unidos, o sea la Reserva Federal, decidió el miércoles mantener sus tasas directrices cercanas a cero. Y en segundo lugar el objetivo fundamental del Capital es la obtención de Ganancia, por lo que en México la tasa media de ganancia ha de ser más baja que en otros espacios o territorios y se mudan en busca de mejores condiciones de rentabilidad. El banco central norteamericano también indica que las exportaciones estadunidenses han estado deprimidas por la apreciación del dólar; y concluye: siguen siendo "débiles" al igual que la inversión de las empresas. O sea la tasa media de ganancia en USA corre la misma suerte de la de nuestro país. Este es un fenómeno propio del capitalismo y fundamento de la sobreacumulación en mercancías, en tecnología inutilizada o en dinero. Pero además se tiene una sobreacumulación de fuerza de trabajo que se expresa como desempleo y pobreza. La pobreza viene a ser el resultado del desempleo y el desempleo viene a ser el fundamento de, por un lado la saturación de mercancías en el mercado al no encontrar compradores y, por otro, la devaluación del valor de la fuerza de trabajo al bajar los salarios por exceso de oferta de mano de obra. Pero a la par, el exceso en la oferta del dinero o del capital trae aparejada la devaluación, tanto del dinero o moneda nacional como del capital. Y ese precisamente es el problema que tiene el capitalismo terrenal en estos momentos. La única salida a esta situación es destruyendo capitales o encontrando mercados para las mercancías y los capitales en especie o en dinero. Y para aumentar la capacidad de compra de la población no hay más que elevar los salarios o bajar los precios. Y para encontrar mercado de inversión en los capitales no hay más que incrementar las infraestructuras locales o encontrar mano de obra barata para invertir rentablemente en el corto plazo.
Lo sorprendente del fenómeno es que lo que acontece en México está aconteciendo en Europa y en otros países: la devaluación de las monedas respecto del dólar norteamericano. El euro perdió terreno el miércoles ante el dólar, el yen también y la onza de oro este miércoles terminó en 1.090.25 dólares en lugar de los 1.096.20 dólares del martes. El dólar se aprecia artificiosamente, aunque en la penitencia lleve el pecado.
En nuestro país los sabios de las finanzas piensan erróneamente que encareciendo el dinero vamos a desarrollar la economía mexicana. Más bien estos señores sirven a la perfección a los intereses de los capitales especulativos porque en nada nos beneficia que se especule con ese capital golondrino. Según se nos informa el monto de recursos que inversionistas han retirado del país es equivalente a 55.6 por ciento del saldo de la deuda externa del gobierno federal al cierre de 2014, que fue de 77 mil 352.4 millones de dólares de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Nos quieren hacer creer que esta salida de capitales no se da porque los inversionistas busquen huir de un riesgo económico que perciban en México. Y nos dicen que el peso se va a recuperar cuando se fije la nueva tasa de interés y cuando en México el banco central aumente la tasa, o sea, cuando se encarezca más el dinero. En fin.
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