La desreforma educativa

La Secretaría de Educación Pública dio a conocer su decisión de suspender indefinidamente los procesos de evaluación para ingreso, promoción y permanencia de docentes para la educación básica y media superior. La evaluación docente que se comenzaría a aplicar en junio y julio de este año ha sido uno de los elementos más criticados de la reforma educativa tanto por los docentes como por especialistas e investigadores en materia educativa por considerar en primer lugar que es un atentado a las condiciones contractuales y los derechos laborales del magisterio y en segundo lugar porque se pretende reducir los rezagos educativos del país los cuales obedecen a determinantes de índole estructural más que a un simple problema de desempeño individual de los docentes.

Por su parte el magisterio crítico tanto del SNTE como de la CNTE implementó una movilización intensa que fue atacada en forma virulenta por el gobierno y por los principales medios de comunicación la cual se centró en el linchamiento de los profes. El conflicto se ha mantenido activo y se ha agravado. Estos hechos llevaron a la percepción pública de que la persistencia del conflicto magisterial no sólo se deriva de la desidia, la torpeza y la incapacidad de las autoridades encargadas de restablecer el orden, sino que forma parte de un entorno deliberado de amenaza por parte del poder público a disidentes, opositores, activistas y manifestantes. Dentro de este contexto conflictivo el magisterio crítico planteó la realización de un boicot a la jornada electoral del próximo domingo 7 de junio como una de las formas para mostrar el descrédito de un Poder público incapaz de poner un alto al creciente deterioro de la seguridad pública y de la conflictividad social en el país. Dentro de este conflicto la decisión anunciada por la SEP de suspender la evaluación docente es sensata y saludable; ayuda a distender un foco conflictivo que ni siquiera debió de haberse activado; si las instancias legislativas hubiesen tenido la voluntad política para escuchar al magisterio crítico seguramente que el conflicto no hubiera salido a flote.

El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, INEE por sus siglas, debiera intervenir directamente en las escuelas normales las cuales son las constitucionalmente responsables de la formación de los docentes del país. En este sentido el Estado Mexicano es el responsable directo del fracaso de la educación pública en el país. Por otra parte la evaluación del desempeño docente no se circunscribe únicamente a la aplicación de exámenes; pero en todo caso si estos últimos se definen por personas diferentes a las que realizaron los procesos educativos necesariamente habrá problemas, desfases y sobre todo reprobados.