Hace ya casi dos meses fui a la Delegación del ISSSTE-NAYARIT que por cierto, yo no sabía que por fin había dejado aquel tortuoso edificio de la calle LERDO en el centro de la capital. Hoy se ubica frente a la loma, por la Avenida Insurgentes y Oaxaca en un remozado edificio que anteriormente ocupaba la S.C.T. Y digo tortuoso, porque que todo mundo aseguraba que quien eligió la ubicación de las anteriores oficinas administrativas era un tipo sádico que hizo sufrir durante varios años a cientos de maestros jubilados que cargando con todos los achaques propios de la edad, requerían obligadamente de esos servicios. Hoy solo son dos pisos muy amplios en los que se albergan las diferentes áreas de atención y desde el ingreso, se aprecian adecuaciones arquitectónicas para el fácil desplazamiento incluso de personas con discapacidad. Hasta aquí todo iba bien para un servidor, quien optimista y como reciente jubilado, iba con el propósito de iniciar los trámites correspondientes para que el ISSSTE a brevedad me empezara a pagar mi pensión. Por lo pronto y con lo que apreciaban mis ojos hasta el momento respecto a las instalaciones, internamente me dije: “Debo reconocer que se nota la mano del DR. ANTONIO SANDOVAL PAZOS en la Dirección de esta Delegación”. Y es que recordé, que este nuevo Director hace escasos dos años que arribó a dicho puesto que por cierto, le dejó la “Gordillista” profesora MIRNA MANJARREZ VALLE. Como en toda dependencia de gobierno que se jacte de tener buena organización, me topé de entrada con el módulo de recepción e información, mismo en el que una vez registrada mi visita se me orientó amablemente sobre la oficina a la que correspondía mi trámite. Mi reconocimiento hacia el Director e incluso hacia el propio ISSSTE seguía creciendo, sin embargo, como dice la canción…. “TODO SE DERRUMBÓ” con la primera espera que hice para poder ser atendido en la ventanilla en que una muchachita (supongo que haciendo su servicio social), después de verificar que el trámite era POR PENSIÓN y consultar una AGENDA dizque muy cargada, te fijaba una fecha solo para REVISIÓN DE DOCUMENTOS. ¿Cómo? ¿Escuché bien? ¿Fecha apenas para revisar documentación? Es que son muchos las personas que están haciendo este trámite y se han acumulado me dijo. Pero si ya la traigo completa aquí, le dije…. ¿Por qué no me la revisa de una vez y me evita otra vuelta y pérdida de tiempo? Confieso que aunque conozco de sobra LA TERRIBLE BUROCRACIA MEXICANA que nos hace perder a los mexicanos valioso tiempo y esfuerzo, aún guardaba en mi interior LA BUENA IMPRESIÓN de entrada y por ello, decidí esperar con buen talante a que me fijara el día que debería volver. Después de atender llamadas y otros asuntos que al parecer simultáneamente debía atender la señorita en comento, al fin revisó la agenda y me dijo simplemente: “Su cita es para el día 20 de Mayo”. Casi me caía de espaldas al escuchar la fecha, pues me estaba hablando de un plazo mayor a dos meses repito, SOLO PARA REVISIÓN DE DOCUMENTOS. Sin el menor rubor y como queriendo acabar de sorprenderme me recitó el siguiente sermón: “Esta es la lista de los documentos que deberá traer el día señalado. Le informo además que deberá estar quince minutos antes de las doce del día que es su cita, ya que si le faltara algún documento o no llegara a la hora fijada, se le volverá a fijar otra nueva cita con un plazo similar”. ¿Qué tal ehhh? Al escuchar esta tan simple como autoritaria retahíla de una muchachita que evidentemente no tomaba en cuenta las características de las personas a las que atendía; consideré que a ese departamento le faltaba UN BUEN JEFE. Alguien que por principio, cuidara “la primera cara” que tuviera contacto con los usuarios. Pero dejando de lado el asunto de EL DESCUIDO DEL TRATO HUMANO Y RESPETUOSO que debiera haber en toda dependencia pública, derivado por supuesto de la capacitación adecuada; cierro este comentario con unas sencillas y simples preguntas sobre el caso: ¿El asunto de alargar tanto el trámite de pensión es premeditado? ¿Será asunto general o especial de esta delegación? ¿A dónde van a parar los jugosos dividendos que seguramente deja el que pasen cinco y hasta seis meses para que a un trabajador se le pague lo que le corresponde? Esto último lo digo porque son cientos o quizás miles de jubilados. Igualmente supongo que pudiera ser premeditado, pues si bien “se pudiera acumular el trabajo” en este rubro, yo veo a muchos otros empleados no muy atareados que digamos y que bien pudieran “entrarle al asunto”. En fin, así andan las cosas del pago a pensionados y yo por mi parte resignadamente, ESPERO EL DÍA DE MI CITA para ver qué pasa y luego seguir platicándoles a mis estimados lectores.
COROLARIO.- El asunto de “LA ATENCIÓN AL PÚBLICO” es sin duda muy pero muy especial. En mi opinión, DEBIERAN SER RIGUROSAMENTE SELECCIONADOS los empleados que se asignan para ello. La sonrisa, el respeto, la comunicación eficiente y otras cualidades importantes no se dan en maceta y por tanto, hay que buscar a quienes las tengan y ponerlos ahí. ¿Tú qué opinas estimado lector? Hasta la próxima. Mi correo
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