Sí, fueron cuentos chinos
Oscar González Bonilla
05 de mayo de 2015
Se ha confirmado lo que era un secreto a voces, el Puerto Nayarit que durante buen tiempo cacarearon el gobernador Roberto Sandoval como sus achichincles no será construido jamás, luego que China decidió no invertir un dólar en México cuando menos mientras Enrique Peña Nieto ocupe la presidencia de la República.
Empresarios chinos conjuntamente con el gobierno de su país se inconformaron después de que el presidente Peña Nieto decidió a través de la SCT, suspender la licitación del tren rápido que empresas estatales chinas construirían de la ciudad de México hasta Querétaro.
Claro que esta decisión afectó el propósito del gobernador Roberto Sandoval, quien había declarado la inversión de 47 mil millones de dólares para la erección del puerto de gran calado para la transportación de mercancías. Decía que el megaproyecto daría empleo cuando menos a 25 mil nayaritas una vez terminado 14 años más. Es decir, el gobierno nayarita prometía erradicar la pobreza a plazo fijo.
Se trataba de un puerto comercial, cuando apenas Nayarit produce el 0.6% del Producto Interno Bruto nacional y con actividades económicas basadas en la producción de tabaco, azúcar y turismo. A nuestra entidad la geografía no le ayudó, pues creer que se necesitaba un puerto para conectar a Asia con los Estados Unidos y que Nayarit es la ubicación adecuada, es iluso.
De ninguna manera esta suspensión nos causa regocijo, al contrario el pesar nos invade porque una obra de esta magnitud es de suyo capaz de alentar el desarrollo económico de nuestra entidad.
Lo que no nos parece es que el gobernador Roberto Sandoval y sus funcionarios quieran ver a los nayaritas la cara de pendejos. Todo el tiempo fueron capaces de machacar con planes irrealizables, nunca a los nuestros se dio a conocer en escritorio el proyecto de construcción del puerto Nayarit, se bordó en el aire con base en ocurrencias.
Sonaba muy burdo que mientras el gobernador Roberto Sandoval alababa hasta lo inimaginable la magna construcción en un punto del Pacífico que se ubica entre los municipios de Compostela y Bahía de Banderas, el presidente Enrique Peña Nieto nunca dedicó ni siquiera una línea discursiva a la erección del Puerto Nayarit, que por la cuantiosa inversión china debiera tener resonancia nacional, además el gobierno federal sería uno de los principales involucrados.
Incluso Roberto Sandoval realizó cuando menos dos viajes a China, haciéndonos creer a los nayaritas que iba con el propósito de amarrar la inversión. Cuando aquello se venía abajo, el gobernador raudo y veloz viajó a Estados Unidos de nuevo con la mala idea de ir en busca de más inversionista para el puerto. Fracaso total.
Caprichos y extravagancias del gobernador Roberto Sandoval, en verdad resultaron cuentos chinos.
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