Por un nuevo constituyente
Francisco Cruz Angulo
09 de abril de 2015
Estuvo en esta capital nayarita el obispo Raúl Vera distinguido miembro de la Iglesia Católica que se caracteriza como un arduo defensor de los Derechos de las comunidades indígenas y un polémico critico de nuestro sistema político y económico.
El objetivo de su visita es promover junto con un grupo de defensores de los derechos humanos, entre otros, el poeta morelense Javier Sicilia la creación de un nuevo pacto social, es decir la de una nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos cuyos principios básicos sean la igualdad de todos ante la Ley independientemente de su origen étnico, género, religioso, político o estatus económico; el acceso y disfrute de nuestras riquezas nacionales y una total participación ciudadana en todas las decisiones de los tres órganos de gobierno.
Durante su conferencia magistral celebrada el pasado martes, el obispo Vera cuestionó en especial la reforma Energética del Presidente Enrique Peña Nieto a la que consideró que por esta vía se despojará a los mexicanos la renta de nuestros recursos energéticos para favorecer a las empresas trasnacionales petroleras y a un puñado de funcionarios públicos en perjuicio de la mayoría de la población.
Por igual el obispo Vera criticó la profunda desigualdad que existe en el país en el cual a consecuencia de la política neoliberal del actual Gobierno Federal hay más pobres y menos ricos.
De igual manera hizo hincapié en la falta de credibilidad y confianza en los partidos políticos y en las instituciones del gobierno provocado por la corrupción y la falta de rendición de cuentas de los servidores públicos.
Esta idea de un nuevo constituyente ya fue planteada hace algunos años por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez Navarrete, fundadores del PRD y hoy fuera de sus filas militantes.
En aquel tiempo no hubo respuesta de la clase política, propuesta que no trascendió más allá del discurso.
Sin embargo hoy esta iniciativa es retomada por una organización civil dirigida por luchadores sociales que gozan de un gran prestigio nacional y atrás de ellos probablemente movilicen a millones de mexicanos que hoy muestran un profundo descontento por las actuales condiciones políticas y económicas por la que atraviesa la nación, sumada a la prevalencia de la violencia que azota en varias entidades del país.
De profundizarse la crisis económica y política en los próximos años existirá un caldo de cultivo para este tipo de movimientos populares…
LA COMUNIDAD GAYS NAYARITA ESTÁ DE PLÁCEMES
Una vocera de la organización civil Pro-Diana hizo público su reconocimiento al Gobierno de la Ciudad de México de haberles facilitado para que un numeroso grupo de parejas gays nayaritas les fuera cambiado el nombre original por el nombre de otro sexo.
Expresaron que se sintieron satisfechos por su cambio de nombre ya que es un paso más en la conquista de sus derechos civiles, lo que les evitará ser discriminados en sus centros de trabajo y entre su misma familia.
En efecto, el cambio de sexo y el matrimonio gay es una realidad que no pueden ser ocultada o ser omisos nuestros gobernantes. Las minorías deben tener igualdad de derechos que las mayorías al igual que los tienen los partidos políticos minoritarios representados en el Congreso de la Unión.
Esperemos que algún día quienes gobiernan a nuestra entidad sean sensibles a este derecho humano que no debe vulnerar por motivaciones de prejuicios religiosos o cálculos electoreros…
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