Nos llevan al matadero

No hace mucho tiempo se nos informó que la deuda pública al cierre del 2014 se situó en 6 billones 948 mil 276.7 millones de pesos lo cual representa el 38.3% del Producto Interno Bruto, PIB. Este adeudo del gobierno del presidente Peña Nieto comparado con el registrado en diciembre de 2012, cuando inició su gestión presidencial, acumuló en los dos años un crecimiento de 29.8%  según la información proporcionada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, SHCP. Esto significa que la deuda creció un billón 595 mil 482 millones de pesos desde el inicio del actual gobierno. Ello equivale a un aumento de 2 mil 99.3 millones de pesos diarios, en promedio. Si tomamos en cuenta lo que el Concejo Nacional de Población dice de que en diciembre de 2012 el país tenía 117 millones 53 mil 750 habitantes y al finalizar 2014, esa cifra llegó a 119 millones 713 mil 203 personas, entonces la deuda por habitante, sin importar edad, aumentó de 45 mil 729 pesos al inicio del actual gobierno a 58 mil 41 pesos al cierre del año pasado. En sólo dos años el actual gobierno elevó en 5.3% del PIB el endeudamiento del sector público.

Después se nos habló de recortes presupuestales, primero de más de 120 mil millones de pesos concentrados fundamentalmente en las dos empresas productivas del Estado, Petróleos Mexicanos, Pemex, y la Comisión Federal de Electricidad, CFE las cuales concentran 58% de este ajuste. Por otra parte los analistas del grupo financiero BBVA-Bancomer señalaron que las coberturas petroleras que el gobierno contrató cubrieron 228 millones de barriles (unos 624.6 mil barriles por día), los cuales representan la exposición de los ingresos petroleros del gobierno federal a un menor precio del crudo en relación con el presupuestado, no obstante los ingresos de Pemex quedaron parcialmente descubiertos. De tal manera que en relación con la plataforma de exportación total estimada para 2015 en los Criterios Generales de Política Económica de 398 millones de barriles (un millón 90 mil 410 barriles por día), las coberturas contratadas cubren 57% de esta plataforma. Todos estos factores considerados de manera conjunta permiten que las finanzas públicas estén protegidas en 2015.Pero luego el secretario de Hacienda y Crédito Público anunció más recortes presupuestales e inclusive anuncia los recortes que va a hacer en el año 2016. Los analistas alertaron que el escenario para 2016 es desalentador ya que en ese año no existen coberturas contratadas para cubrir un menor precio del petróleo que el país exporta. De esta forma, en ese año habría un faltante de ingresos públicos para cubrir las necesidades de gasto público esperadas.

Por otra parte se visualiza otra crisis económica mundial. Los grandes consumidores del planeta son la Unión Europea, Japón, EEUU y China. Si en estos países se contrae el mercado esto se refleja en una desaceleración de la economía global. Y por lo tanto, la tasa de crecimiento económico de las naciones “desarrolladas” tenderá a la disminución. Que fue precisamente lo que aconteció en 2014; la Unión Europea y Japón crecieron a menos del 1%, EEUU lo hizo alrededor del 2%, China cayó del 10 al 7% y el Reino Unido anduvo en alrededor del 3%. Y por si fuera poco, la OCDE no augura buena economía para el 2015 en la Unión Europea y en Japón.

Para tener conciencia de estos fenómenos respondamos la pregunta ¿quiénes son los que compran en el mercado? Pues lo mismos empresarios y los mismos trabajadores asalariados. Los trabajadores comprarán los medios de vida y los empresarios, los  medios de producción. Si a los asalariados se les rebaja su salario real entonces estos comprarán menos medios de vida porque se les redujo su capacidad de compra. Y al contraerse el mercado de los medios de vida, los empresarios que los producen comprarán menos medios de producción. Y allí se da la contracción del mercado de los medios de producción, la no venta de la maquinaria, equipo, instrumentos y materias primas que se usan en la producción de los medios de vida. Si estas limitaciones persisten, entonces habrá necesariamente una inactividad económica porque los inventarios de mercancías no se moverán o en el mejor de los casos se moverán muy lentamente. Por lo tanto, para reactivar la economía mexicana se tiene que hacer exactamente lo contrario de lo que está haciendo Videgaray. Si no sucede así, sabe Dios que vaya a pasar. En fin.