Crisis de la UAN
Octavio Camelo Romero
19 de enero de 2015
Las pasadas manifestaciones de inconformidad de los universitarios nayaritas por la violación al contrato colectivo de trabajo y por el fraudulento manejo del fondo de pensiones y jubilaciones pusieron en crisis a la Universidad Autónoma de Nayarit. Se levantó la cloaca de anquilosadas y putrefactas prácticas y sistemas. Objetivamente quedó claro un contubernio entre autoridades y grupos o pandillas universitarias. La UAN resultó ser botín de pandilleros. Y en ese pandilleril ambiente se venían solapando problemas graves como el insuficiente presupuesto federal y estatal para el funcionamiento del alma mater, el incumplimiento de la entrega por parte del gobierno y de los municipios del sobre-impuesto para la universidad, del bajo porcentaje de aportación del gobierno del estado, de la disfuncionalidad de la ley orgánica de la UAN y de la normatividad interna, etc.
En las televisoras locales el Rector Juan López Salazar dijo claramente que el presupuesto universitario no alcanza para pagar la nómina y sostener el gasto corriente de la administración. Fue claro en su exposición, “tenemos que solicitar cada fin de año una ampliación presupuestal”. Pero este déficit no es nuevo ni exclusivo de esta universidad. por lo que se supo, varias universidades e instituciones de educación superior hacen lo mismo. En tiempos normales el dirigente del sindicato nacional de rectores ayuda en la gestión ante las autoridades de SEP y de SHyCP para la entrega de ese faltante. Pero el 2014 y el 2015 no son años normales. En primer lugar la desaceleración de la Unión Europea, del Japón, de China, de USA, etc., ha hecho que baje la demanda de hidrocarburos. Y ante la negativa de la OPEP de bajar su volumen de producción, la disminución de la demanda de petróleo aparece como una sobre oferta del mismo, motivo por el cual cae el precio de petróleo y consecuentemente el valor de la moneda en aquellos países que como el nuestro y Rusia, el peso mexicano y el rublo estaban respaldados por el valor de la producción petrolera. Si a esto le anexamos que las finanzas públicas mexicanas dependen del petróleo, entonces fácilmente nos damos cuenta que con la baja del precio del petróleo hay una baja en los ingresos fiscales y una escasez de dinero en el gobierno para hacer frente a sus obligaciones constitucionales. Como quien dice, el gobierno “está quebrado”. Y esto se presenta como la falta de liquidez o una crisis de liquidez que de manera directa afecta a la economía nacional al paralizar las inversiones y los gastos programados.
Por otra parte se aprovecha la situación de crisis generada en instituciones educativas por la parálisis del gasto público para tratar de imponer ciertas transformaciones o cambios al interior de las Instituciones de Educación Superior. Es innegable que el sistema educativo mexicano no está cumpliendo con los requerimientos de calidad de la fuerza de trabajo que el capitalismo global está demandando. Esto lo podemos observar de manera inmediata en Nayarit con las inversiones internacionales que se avecinan y la baja cualificación de la mano de obra local que se ofertará. Por eso el gobierno federal aprovecha el momento de las crisis provocadas por la falta de financiamiento a las IES para impulsar los cambios organizativos, educativos de éstas y adecuarlas mejor al entorno internacional del capitalismo global. Se percibe este movimiento transformador aunque no siempre con los resultados deseados por la burocracia del gobierno federal. La UAN incuestionablemente entrará a esa transformación si es que quiere seguir viviendo en el concierto de la ANUIES. Por eso tras esta crisis nuestra alma mater ya no será la misma. En fin.
Comentarios