El encuentro China-CELAC
Octavio Camelo Romero
14 de enero de 2015
Incuestionablemente que los objetivos de este encuentro entre China y la CELAC son aumentar y consolidar la presencia del país asiático en la región Latinoamericana y Caribeña en los campos económico y político tales como el comercio, la inversión, la agricultura, las alta y nuevas tecnologías, etc. El presidente de la República Po¬pular China, Xi Jinping, afirmó en el acto inaugural que se busca el beneficio mutuo y las ganancias compartidas, así como el desarrollo de diferentes áreas de producción en ambas regiones. Se sabe que el intercambio comercial China-América Latina su¬pe¬ró los 240 000 millones de dólares en el 2014. A esto hay que sumarle las proyecciones de inversión en los próximos años como el canal interoceánico en Nicaragua cuyas obras se iniciaron a fines de diciembre y que supone un flujo de capitales chinos de unos 50,000 millones de dólares. Previo al evento el presidente de chino Xi Jinping recibió a los mandatarios latinoamericanos, Nicolás Maduro de Venezuela, Luis Gui¬llermo Solís de Costa Rica y Rafael Correa de Ecuador. Como resultado de estos encuentros Venezuela utilizará los mecanismos financieros bilaterales y canalizará más fondos a sectores de energía, minería, agricultura e industria; Costa Rica acordó la futura creación de zonas especiales de desarrollo eco¬nómico, el desarrollo de las infraestructuras, de la tecnología agrícola, de las ener¬gías limpias y de las telecomunicaciones. Con Ecuador se firmaron 15 acue¬r¬¬dos bilaterales que abarcan entre otros sectores los de tecnología y de educación así como el incremento del otorgamiento de becas a estudiantes ecuatorianos, mayor intercambio en¬tre universidades y más cooperación en cien¬cia y tecnología. Por si fuera poco, el presidente chino Xi Jinping pronosticó que el comercio entre China y los países de Latinoamérica y el Caribe alcanzará en una década los 500,000 millones de dólares y anunció que los participantes acordarán los detalles del plan de cooperación para los próximos cinco años
La primera jornada del foro ministerial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) con China culminó el jueves pasado con la declaración de Beijing que enmarca un conjunto de estrategias y consensos logrados por el bloque económico para la cooperación multilateral en los próximos diez años.
Es innegable que Latinoamérica y el Caribe con su población de alrededor de 600 millones de habitantes y con su territorio de una extensión de más de 20 millones de kilómetros cuadrados, no es nada despreciable como fuente de abastecimiento de materias primas, de productos de ensamble además de convertirse en un mercado estratégico para dinamizar la economía mundial en general y la china en lo particular. El flujo de capitales chinos a la región generará incuestionablemente una posibilidad real de crecimiento económico y en consecuencia aunque con cierto retardo, un aumento temporal de los puestos de trabajo. Sin embargo tal inversión impactará de manera inmediata en forma de inflación al consumo. Sucederá en la región algo semejante a lo que está sucediendo en Cuba con la perspectiva de la inversión norteamericana en la isla. Se han disparado los precios al consumo popular y los salarios permanecen bajísimos en relación con otros países. Los salarios bajos no dejan de ser un buen atractivo para invertir y seguramente en eso se fijó el capital estadounidense. Si en Cuba se revalora el peso, entonces eso equivaldría a elevar la capacidad de compra de los cubanos radicados en la isla pero al mismo tiempo, se caería el atractivo para la inversión norteamericana. Valla espinosa que dejó esta relación Cuba-USA. En fin.
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