Contracción del mercado mexicano

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI por sus siglas informó que el gasto realizado por los hogares en bienes y servicios de consumo, en septiembre de este año registró un descenso de 0.56 por ciento respecto al efectuado en agosto. El organismo señaló que en el periodo enero-septiembre el gasto familiar se desaceleró de 2.5% en 2013, a un ritmo de 1.9% en el mismo periodo de 2014. El consumo de servicios disminuyó su tasa de 3% en el año pasado a 1.4% en 2014. Por lo que respecta al consumo de bienes importados, éste se desaceleró de 7.1% en 2013 a 1.9% en el año en curso.

Ya hemos tocado en varias ocasiones este tema y predicho lo que está sucediendo. Lo lamentable es que los burócratas que dirigen este país son insensibles y como que no les importa la situación de penuria de la “gente”. Pero además no es un problema privativo ni exclusivo de México, es la misma situación que viven los pueblos latinoamericanos y caribeños. En Latinoamérica debe haber no menos de 200 millones de habitantes en situación de “pobreza alimentaria”. En este significativo grupo se encuentran más de 70 millones de latinoamericanos  en “pobreza extrema” o en “pauperismo absoluto” como dijera Marx.

Este tema y la discusión sobre la contradicción entre la riqueza y la miseria no son nuevos. Recordemos que en 1844 para ser precisos, Carlos Marx hizo una crítica a los científicos sociales de la época. David Ricardo y Stuart Mill entre otros, los cuales fueron analizados por el aún “no marxista” joven Marx, quien puso en claro que los teóricos de la economía política estaban faltos del método dialéctico, el cual permitía apreciar a mayor profundidad los fenómenos sociales. En ese entonces el joven Marx aún no llegaba a su "materialismo dialéctico" o mejor dicho a su “concepción materialista de la historia”. Más no obstante la dialéctica hegeliana y sus críticas a la filosofía y a la dialéctica de Hegel, le habían proporcionado la oportunidad de crear su método de dialéctico". Fue tan contundente este instrumento de "análisis-lógico-dialéctico" que incluso desde “dentro” de la economía política clásica no sólo localizó sus inconsistencias sino también, las contradicciones subyacentes de tal teoría. Y allí por primera vez en la historia del pensamiento social se puso de manifiesta junto con su esencia, la existencia de la contradicción entre "riqueza y miseria". Allí se señaló por primera vez en la historia de la humanidad que la miseria no sólo es consecuencia, sino a la vez causa de la riqueza  y que, en el capitalismo, son una unidad, no pueden existir una sin la otra. Por eso llama poderosamente la atención que a más de 170 años de distancia de estas reflexiones los burócratas del capitalismo global y del gobierno del país no comprendan aún las leyes del desarrollo capitalista y  planteen la solución a la pobreza o a la miseria dentro del propio régimen de producción capitalista, más aún, planteen como solución a la desaceleración económica de capitalismo mundial la reducción de la capacidad adquisitiva de las familias trabajadoras mediante la reducción de su salario real. No se ha entendido todavía que el crecimiento económico de América Latina y el Caribe, se debió, se debe y se seguirá debiendo al capital.

Y el capital no tiene otro camino para valorizarse que apropiarse de la riqueza económica producida por sus trabajadores asalariados. No debemos olvidar el doble aspecto del desempleo, como consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas y como causa para atraer inversión o para la acumulación del capital. Un factor de atracción de la inversión es la localización en el mercado de una mano de obra desvalorizada, barata y medianamente formada. De allí viene la política pública de la disminución del salario real. Pero esto se revierte en una contracción del mercado. Y esta contradicción no se resuelve dentro del capitalismo. En fin