México con rezago lecto-matemático

Hace algún tiempo atrás, Ricardo Ulloa Azpeitia, investigador de la Universidad de Guadalajara, utilizó por primera vez el concepto “lecto-matemáticas” , el cual encierra, por significación, a todos los problemas relacionados con la lectoescritura y las matemáticas. Lo anterior viene al caso porque de conformidad con los datos de los resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo, TERCE, realizado en 15 naciones latinoamericanas, México mantiene un rezago en el desempeño de sus alumnos en lectura y matemáticas; ocupa un sitio por debajo de Costa Rica, Chile y Uruguay.

La educación en cuanto tal y como fenómeno social tiene que ver con la asimilación por un lado y con la transmisión por el otro, de toda la experiencia histórico-social de la humanidad; la experiencia histórico-cultural de las generaciones salientes que las nuevas generaciones de humanos deben apropiarse. Pero además, la educación debe formar individuos conforme las nuevas condiciones de vida y debe instrumentar a las nuevas generaciones con el propósito de que resuelvan los problemas pendientes y satisfagan algunas de las necesidades visualizadas como del futuro.

En cuanto a la masificación de la educación, o mejor dicho, en cuanto se requirió que la educación llegara a las masas, y ante la premura de tener una mano de obra con cierto grado de cultura y de habilidades desarrolladas, el Estado en cuanto tal asume estas funciones mediante la llamada "Educación Pública".  El Estado Mexicano no queda exento de jugar tal papel. Al igual que otros Estado-nación debe satisfacer la necesidad objetiva del capitalismo de capacitarle a la mano de obra que necesita. Por eso de conformidad con la demanda de mano de obra y su cualificación se diseñaron las Políticas Públicas tanto para formar a los docentes como para adiestrar la fuerza de trabajo requerida. Sin embargo, durante mucho tiempo, más precisamente hasta antes de entrar en el capitalismo global, los requerimientos de mano de obra cualificada o, mejor dicho, el nivel de cualificación de la mano de obra requerida no era alto, de super-especialidad como los requeridos en países dominantes del mundo y altamente desarrollados. Ante tal situación la educación nacional no demandaba alta calidad ni estar a tono con los estándares de los países como EEUU. Se podía dar cierta laxitud en la formación de profesionistas  y técnicos. La cosa cambió cuando nos integramos a la esfera del capitalismo global y tuvimos que adecuarnos no solo normativamente sino también en las prácticas, en los comportamientos y en las instituciones pertinentes al nuevo orden planetario.  Si estos cambios culturales se hubieran iniciado cuando empezaron a desmantelar al Estado de la Revolución Mexicana en el periodo de Miguel de la Madrid, el rezago lectomatemático actual no fuera de la dimensiones en que se encuentra. Pero sucedió todo lo contrario, se ensoberbeció al SNTE con el propósito de que apoyara los cambios regresivos que se  estaban haciendo. Y en un abrir y cerrar de ojos los dirigentes del magisterio aprendieron bien la lección que hasta de partido cambiaron: se mudaron del PRI al PAN y hasta formaron un partido propio y familiar.

Lo cierto es que la educación pública y privada en nuestro país es un fracaso. Han fracasado las Políticas Públicas en Educación. Han fracasado las Normales, en cuanto Instituciones del Estado Mexicano para formar al magisterio nacional y estatal. Han fracasado los Planes y Programas de estudio en todos los niveles educativos. Ha fracasado el SNTE como organismo aglutinador de los maestros y responsable de la implementación del Proyecto Educativo del Estado Mexicano. Y ha fracasado el Presidente de la República como titular del Poder Ejecutivo de la Nación y responsable directo de la Educación Pública. Y ese fracaso se expresa en el rezago lecto-matemático del país en comparación con otros países. En fin.