Con Roberto en su 3er informe
Octavio Camelo Romero
28 de octubre de 2014
Eran las 17:45 horas y mi hijo Octavio y yo apresuramos el paso. La cita era a las 6 del día 26 de octubre del 2014 en el edificio de usos múltiples que para esta ocasión se vestía como auditorio de la gente. Se trataba del 3er informe de gobierno de Roberto Sandoval Castañeda, en su calidad de gobernador de Nayarit. Al paso saludamos a algunos amigos y conocidos entre los cuales se encontraba Roy Gómez Olguín. Por doquier se veían elementos de la “policía Nayarit”; ese cuerpo que el periodista y escritor Alfredo Romero dice que no tiene existencia legal, al igual que el fiscal general. Sin mucho deambular llegamos a la puerta de la entrada. Preguntamos a un policía que por donde se entraba a ocupar los lugares de los “invitados especiales” y con mucha diligencia y amabilidad nos contestó e indicó la puerta de acceso. Seguimos el camino y buscamos el famoso túnel que nos conduciría a la parte de abajo donde se encontraban las butacas para los invitados con la categoría de especiales. Allí saludamos a mucho más amigos. Se trataba de una romería ciudadana. La gente se apretujaba y en las graderías se veían a jóvenes estudiantes haciendo alarde de su juventud y llamando la atención con sus tambores y vítores. Por fin llega el gobernador y aquella multitud de no menos de 15 mil gentes entra en un estado de paroxismo emocional y de algarabía. No cabe duda, los ahí presentes al parecer si estaban convencidos de la eficacia y eficiencia del gobierno de Roberto Sandoval Castañeda. Las cámaras de televisión del circuito cerrado mostraban las muestras de afecto al gobernador conforme iba pasando por el pasillo. Al llegar al frente, el gobernador saluda a sus invitados especialísimos, a los exgobernadores de Nayarit y a los gobernadores actuales de las entidades de la República, a las autoridades militares, al representante del presidente Enrique Peña Nieto, a sus amigos los artistas, boxeadores, etc. Allí estaba Roberto con sus amigos e invitados. Por fin inicia el acto esperado del informe. Y se da comienzo al agradecimiento por su presencia. Se pasa lista de invitados especialísimos y sucede algo sorprendente: la ciudadanía convocada es indiferente a las personalidades políticas y en cambio se entregó en su emoción al boxeador el “canelo” Álvarez y los artículos. De inmediato pasó por mi mente que un buen candidato del PRI para la diputación federal por el 2do distrito electoral federal pudiera ser el “canelo”. Tras las presentaciones y agradecimientos del gobernador por su presencia, los invitados nominados se paraban y hacían la señal de gratitud al público. Por fin, inicia el informe.
Hay hechos relevantes que no se ocupa un informe para uno darse cuenta de ellos. Roberto es un gobernador que ha hecho muchísima obra; es un extraordinario gestor de obra y de inversión pública y privada; es un pugilista político; es un líder natural; es un gobernador con un estilo muy propio para gobernar. Esas y otras características están a flor de tierra. Sin embargo, había que cumplir con la formalidad de “dar un informe al pueblo, a la ciudadanía, a la gente”. Y así lo hizo. La primera parte de su informe estuvo marcada por la comparación del gobierno de Ney Manuel González Sánchez y del suyo propio. Y allí resaltó de manera natural el asunto de la tranquilidad social. Sin mucho problema recordamos la incertidumbre a la cual nos tenían sometidos los hechos violentos en la ciudad. Matanzas, secuestros, extorciones desaparecieron como por arte de magia en el nuevo gobierno, en el gobierno de Roberto Sandoval Castañeda. Indudablemente que se está cumpliendo con uno de los principios básicos del derecho público: preservar el orden social y garantizar la paz de los ciudadanos. También se informó de las gestiones estratégicas como el canal centenario, el complejo hotelero en el municipio de Compostela, etc. Inversión que trastocará la organización social de la entidad. Nayarit ya no será igual. Y se tocaron muchos otros tópicos. Al término del informe el gobernador de la gente tuvo serios problemas para salir del recinto. La muchachada nayarita prácticamente lo secuestró para tomarse fotos con él y platicar de sus cosas. Fue un excelente día de civilidad. En fin.
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