Tepic, Nayarit, jueves 21 de noviembre de 2024

La seguridad pública no debe ser rehén de la política

Oscar González Bonilla

26 de septiembre de 2014

-¿Duerme tranquilo?

Penetrante es la mirada al interlocutor con sus ojos verde deslavado.

Por instantes soslaya la pregunta, pero tiene respuesta.

Edgar Veytia, Fiscal General del Estado de Nayarit, cómodo tras el escritorio se siente en su ambiente. Buen número de celulares y otros aparatos de comunicación a la mano.

Al interior de su oficina cuando menos cuatro ayudantes cercanos armados para lo que se ofrezca. Al reportero de la gente no escapa la idea de que se grabe en video a personajes de interés para el Fiscal.

Es la segunda vez que el reportero de la gente entrevista al licenciado Edgar Veytia en su calidad de Fiscal General. En este turno lo encuentro muy relajado, nada acartonado en sus respuestas, abandonados los clichés de la primera ocasión.

Bueno, hasta dijo tener plena conciencia de que el gobernador siguiente pudiera desplazarlo del cargo que el Congreso del Estado aprobó para un periodo de siete años.

-¿Le halaga ser considerado por el gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, el mejor funcionario de su gabinete?

“Más que halago es un sentido de responsabilidad que genera en mí. Claro que es importante. Yo me debo a la confianza de la ciudadanía, confianza que el gobernador depositó en mí, por tanto estoy obligado a corresponder. Si el gobernador me pone las metas más altas será más dura la tarea, pero seguiremos chambeando”.

En estos momentos lo anterior no le motiva a buscar un cargo político, de elección popular, porque considera están aún lejanos los tiempos para ello. Considera presunción manifestar hoy su aspiración política, “en su momento la ciudadanía sabrá decidir con base en la sabiduría, la gente no se equivoca, es inteligente”.

Más bien el abogado Edgar Veytia tiene el propósito de seguir su quehacer sin pausas. Presume conocer a cabalidad la problemática de Nayarit, no sólo lo que corresponde a materia de seguridad pública, sabe que la calidad de ésta incide en el crecimiento económico sostenido de nuestra entidad, pues “tenemos la capacidad de proteger los derechos de los ciudadanos”. Externa su interés por colocar en Nayarit fuertes cimientos en el renglón de seguridad.

Pido diga que hace el Fiscal para que el control en seguridad pública no se le escape de las manos, Veytia se remite al control único, “es la base, nos ha dado un gran resultado”. Sostiene que ello les permite estar en cada rincón del territorio nayarita, atentos al llamado ciudadano. Pero además con el mando único es factible concentrar la información, saber cómo se mueve la delincuencia y por consecuencia actuar con base en operativos debidamente planeados, certeros en cada uno de los veinte municipios. “Damos tiros de precisión”.

A la pregunta de dónde adquirió experiencia, sobre todo policíaca, Veytia no ubica un lugar determinado, deja entrever que sus conocimientos fueron alcanzados con base en la práctica, pero también en el estudio, terminó hace poco la maestría en Ciencias Forenses, también es abogado.

Sostiene que hubo empatía con la idiosincrasia de los nayaritas, él nació en Tijuana, Baja California, con años de radicar en la entidad, pero también el uso de la intuición ha sido una herramienta fundamental.

“Yo pienso que con la firme convicción de no venderse, la firme convicción de servir a la gente, la firme convicción de que el estado de derecho prevalezca, nadie por encima de la ley, ha dado el resultado que a la gente le gusta, es decir, vivir con tranquilidad, en paz y en armonía.

“Nayarit ha cambiado para bien, no debemos acostumbrarnos a la violencia y los malos tratos, sino al contrario, levantar la voz, exigir lo que nos corresponde, pero es importante que la autoridad dé respuestas a esas voces alzadas. El gobernador Roberto Sandoval ha dado respuestas en ese sentido, tiene él la seguridad pública como pilar de su administración. Habrá baches, falta de agua y muchas más necesidades, pero la seguridad tiene rumbo, pienso que hay que preservarlo.

-¿Garantiza usted seguridad pública en los tres años que le restan al gobierno de Roberto Sandoval?

-“No, para que vanagloriarse, no garantizo nada. Pero sí que emplearemos todo nuestro esfuerzo y capacidad para que la paz pública sea permanente, es firme mi convicción de garantizar tranquilidad a la gente. Además en la corporación daremos la cara cuando haya necesidad de darla”.

-¿No cree que podría ser removido por el próximo gobernador del cargo de Fiscal antes de cumplir el periodo de siete años (2013-2020) para el que fue designado por el Congreso del Estado?

-¡Claro! El próximo gobernador tendrá los hilos de conducción del Estado, se le presentarán las cartas sobre la mesa. Si yo le sirvo, bien; si no es así, señor, no hay que pelear, la ciudadanía merece estabilidad en seguridad pública. Llegado el momento seremos prudentes, maduros, pero sobre todo, muy responsables.

Quien vaya a gobernar después de Roberto Sandoval deberá tener muy claro que la seguridad no es un juego, no debe de cambiar cada tres o seis años, su estrategia debe ser permanente. La seguridad no debe ser rehén de la política, tampoco bandera de políticos, es una obligación Constitucional que compete al gobierno a favor de la ciudadanía.

-Señor licenciado ¿duerme tranquilo, sin sobresaltos?

-No, fíjate que sí hay sobresaltos. En este trabajo de la seguridad ha habido muchos muertos, compañeros míos que han quedado en el camino, todos en el cumplimiento de su deber. Esta tarea de seguridad es la que a veces nadie ve, tú transitas por la calle a las cuatro de la mañana sin temor a ser asaltado, sin que nada te perturbe, tranquilidad que ves normal, pero para que ello suceda detrás existe el esfuerzo del policía que vigila.

Sabemos que hay maldad, pero lo más importante es que hay gente dispuesta a enfrentar esa maldad. Hay gente llena de sabiduría que dice: para que el mal triunfe, basta con que la gente de bien no haga nada. Por fortuna en Nayarit hay más gente buena que mala.

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