La corrupción del sistema mundial

Hace algunos ayeres dijimos en este espacio que el tema  de la "Corrupción" no es nuevo ni dejará de ser "un tema de actualidad" mientras el "Neoliberalismo" sea expresión dominante, sea hegemónico en el mundo. El neoliberalismo es el "liberalismo del imperialismo". Pareciera una contradicción hablar de "liberalismo" y de "imperialismo" en una sola manifestación. Sin embargo cuando analizamos al neoliberalismo nos damos cuenta que se trata liberar y flexibilizar las fronteras, de acabar con las limitaciones nacionales a la libre circulación de las mercancías y del capital, de encontrar mercados sin fronteras y sin restricciones para la circulación tanto de las mercancías como de los capitales, de adecuar lo que haya que adecuarse para que los capitales transnacionales puedan penetrar las esferas nacionales e integrar los procesos productivos y financieros en sus cadenas mundiales y para que haya la concurrencia de varios capitales internacionales en una misma empresa. En dichos mercados difícilmente pueden competir los capitales nativos contra los capitales monopólicos transnacionales. Su única forma de subsistir es la de ser "apéndice" de tales monopolios. Y en esa categoría existen distintas maneras de integrarse, bien como abastecedor de materias primas, bien como productor de ciertas partes de ensamble, etc.  Pero esta integración de las empresas nacionales a las redes transnacionales, o sea, esta transformación de los capitalismos nacionales en elementos del capitalismo global no es inmediata y requiere de determinados pasos previos. Y desde aquí empieza el proceso de corromper no únicamente a servidores públicos, sino también a miembros de la clase política, a intelectuales, a medios masivos de comunicación, al sistema educativo formal, etc. El objetivo central es crear las condiciones jurídicas, políticas, sociales y económicas para que el capital transnacional en general y el capital financiero en lo particular penetren a los mercados nacionales que a la fecha se mantienen cerrados.

Para modificar el marco jurídico se tiene que contar con el Poder Ejecutivo y con el Poder Legislativo. Allí habrá que sobornar desde el Presidente en funciones hasta los políticos y partidos políticos, pasando por los legisladores. Si hace falta algún Presidente nuevo con la ideología neoliberal, se escoge al "mono" y se inicia un proceso de construcción de su nueva personalidad; se le crea nueva imagen, se le financia su vida política y se le facilita el acceso a los círculos económicos, etc. Los políticos y servidores públicos son acosados con dádivas que en su vida normal nunca tuvieron oportunidad de poseer. Y en los centros educativos imponen desde el Estado la línea educativa del neoliberalismo. A los Institutos de Educación que mejor reproduzcan socialmente el modelo neoliberal son premiados y distinguidos como Instituciones Acreditadas de Calidad. Y cuando ya está adentro el capital transnacional y alguno de los que le sirvieron ya no le sirve, entonces sin miramientos lo denigra y hasta lo meten a la cárcel. En México está claro que desde el periodo presidencial de Miguel de la Madrid hasta el actual momento de Enrique Peña Nieto, el capitalismo global ha transnacionalizado al país. Sin embargo no fuimos ajenos al fenómeno de la corrupción, la cual en varias ocasiones se ha convertido en vergonzosos escándalos.

Hoy por ejemplo la organización no gubernamental Global Financial Integrity (GFI), con sede en Washington, Estados Unidos nos da a conocer que “Los flujos de dinero ilícito, como los relacionados con facturación fraudulenta que esconde operaciones por las que no se pagan impuestos, que salieron de México durante las pasadas cuatro décadas se elevaron a 872 mil millones de dólares. Esa cantidad de dinero implicó que cada año el país resintiera una sangría por un monto promedio equivalente a 5.2% del producto interno bruto (PIB)”. Y que a pesar que el TLCAN supuso grandes ventajas para México, en realidad fue un gran incentivo para transferir capital ilícito al extranjero. “Entre 1994 y 2010, el TLCAN parece haber facilitado la salida de flujos ilícitos por un valor de 561 mil millones de dólares a través de la facturación a la baja de las exportaciones y al alta de las importaciones.” En fin.