La transnacionalización de mx

No dicen que la Presidencia de la República de Enrique Peña Nieto estima en al menos 22 mil millones de dólares la Inversión Extranjera Directa al cierre del presente año 2014. Sin embargo no del todo ha servido a los mexicanos este indicador. En el pasado reciente ha dejado mucho que desear aunque se le ha mistificado y mitificado.

En los últimos seis años de los gobiernos presidenciales panistas, en el periodo del expresidente Felipe Calderón, el flujo de inversión extranjera directa hacia México sumó 130 mil 36.1 millones de dólares. Esa cantidad fue inferior en 8.5% al ingreso registrado de la IED en los primeros seis años del panismo presidencial, del periodo 2000-2006 del panista-priista Vicente Fox. En este último periodo el monto alcanzó los 142 mil 120.2 millones de dólares. Y la diferencia entre ambos periodos fue la violencia.

La desmistificación y desmitificación de la Inversión Extranjera Directa se aprecia con mayor claridad si volvemos los ojos al pasado reciente del país. La IED es el flujo de recursos que los extranjeros destinan a nuevas inversiones en activos productivos o que reinvierten en el país. Ese monto disminuyó en el año 2012 a 12 mil 659.4 millones de dólares. Dicha cantidad representó una disminución del 32.9% respecto de IED registrada en el 2011. Pero lo relevante fue que la cuantía resultó inferior en 43%  a los envíos de los migrantes a sus familias mexicanas, que según el Banco de México sumaron en 2011 la cantidad de 22 mil 445.7 millones de dólares. De manera inmediata y sin “echarle tanta crema a los tacos” se puede apreciar que en el 2011 por cada dólar invertido por los extranjeros en México los trabajadores mexicanos residentes en Estados Unidos enviaron a sus familias, vía remesas, 1.77 dólares. Sin embargo, y no obstante que la IED no representó el impulso que los políticos mexicanos pretendieron darle, resaltó otro hecho bochornoso para los empresarios nacionales. La huida en el mejor de los casos por no decir la salida de divisas. Se supo que la inversión de las empresas mexicanas en el extranjero fue mayor a la Inversión Extranjera Directa en México durante 2012. Mientras salían 25 mil 592 millones de dólares entraban al país 12 mil 659.4 millones de dólares. Dicho de otra manera, Por cada dólar de ingreso de la inversión extranjera en el país durante 2012, los empresarios mexicanos enviaron dos como inversión directa en compañías ubicadas en el exterior. Seguramente los inversores mexicanos iban huyendo de la violencia generada por el gobierno panista de Felipe Calderón.

Un factor no despreciable para el análisis del impacto socioeconómico es el destino de las inversiones. Según el Banco de México los mexicanos enviaron al exterior en el 2012 en total 37 mil 287 millones de dólares con los siguientes destinos: a) 25 mil 596.6 millones para inversión directa en empresas del exterior; b) 4 mil 839.6 millones colocados en bancos en el extranjero y, c) 6 mil 850.7 millones bajo el rubro de “otros”. Con ese dinero se dejó de crear planta productiva para dar ocupación a los nacionales. Por su parte los inversionistas extranjeros que invirtieron en México destinaron sus capitales a la compra de bonos emitidos por el gobierno federal para financiar parcialmente su gasto. Además dentro de la balanza de pagos el renglón de “errores y omisiones” registró dos movimientos espectaculares en el transcurso de 2012. Un ingreso de 18 mil 481.3 millones de dólares entre abril y junio, el segundo trimestre del año o periodo electoral, y una salida de 14 mil 278.2 millones entre octubre y diciembre, que abarcó la fase final del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.

Si se estima en al menos 22 mil millones de dólares la Inversión Extranjera Directa al cierre del presente año 2014, vale la pena preguntar a cuánto asciende la salida de los capitales mexicanos y la entrada de las remesas de los trabajadores mexicanos residentes en EEUU para hacer un comparativo histórico con esas cifras. En fin.