La IP desbanca a CFE

La industria eléctrica en la mayoría de los países en la década de los años 80 se hallaba en manos del sector público; las empresas eran empresas del Estado integradas vertical y horizontalmente; sus actividades se ejercían en situaciones monopólicas. Con la caída del bloque socialista y la troika de los gobiernos de Inglaterra, EEUU y el Vaticano las condiciones mundiales comienzan a cambiar y a desarrollarse un capitalismo descarnado envuelto en las políticas públicas e ideológicas del neoliberalismo tendiente al desmantelamiento de los Estados de tipo keynesianos y al debilitamiento de los Estados Nacionales para convertirlos en Estados al servicio de los intereses directos de dicho capital. Se trata de liberalizar y privatizar las empresas públicas y como en el caso de México, de que el PRI de marcha atrás en su proyecto histórico para alinearse al capital transnacional.

Estas condiciones superestructurales del capitalismo de las dos últimas décadas del siglo pasado y del presente favorecieron la globalización del capital y la formación de empresas transnacionales. En particular favoreció la constitución y la expansión de empresas eléctricas transnacionales que tienen su sede en Norteamérica y España y que empiezan a jugar papeles fundamentales en los sectores eléctricos de los países latinoamericanos. La justificación formal en todos lados es la misma: “búsqueda de la mejora de la eficiencia en el servicio que permita la reducción de las tarifas, una mejora de la calidad y una extensión de su cobertura a toda la población.”

Con la misma justificación hoy toca a México desmantelar su industria estratégica para el desarrollo y permitir a las corporaciones transnacionales integrar dentro de sus sistemas globalizados a estas empresas eléctricas y obtener espectaculares ganancias extraordinarias, aunque está en duda que bajen los precios y mejore la calidad.

En la actualidad la CFE distribuye aproximadamente 55,000 megavatios (MV) y la Comisión Reguladora de Energía ha otorgado 760 permisos al “sector privado” para generar 35,186 MV que representan el 60% del total. Los proyectos tendrán una inversión aproximada de 50,000 millones de pesos. Para tales efectos la CFE lanzará el jueves 14 de agosto la convocatoria internacional para la construcción de por lo menos 4 nuevas centrales eléctricas, las cuales estarán ubicadas en el norte del país y serán construidas bajo la modalidad de Productores Independientes de Energía. Al mismo tiempo se lanzará la convocatoria para una central que será construida bajo la modalidad de obra pública financiada, esto es, el constructor privado lleva a cabo todas las inversiones contratadas para lo cual obtiene directamente el financiamiento de largo plazo que le permita pagar las obras. Al finalizar la obra la CFE paga 100 por ciento del precio contratado al aceptar las instalaciones, cuya operación y mantenimiento corren a cargo de
la CFE. En fin