Ineficaz Toro, principal responsable de la derrota priista en Tepic
Oscar González Bonilla
08 de julio de 2014
Pueden argumentarse una y mil incidencias para que Roy Gómez como candidato del PRI a la presidencia del Ayuntamiento de Tepic perdiera la elección este domingo 6 de julio frente al candidato del PAN, Polo Domínguez, por una diferencia tan grande que rebasa fácilmente los 23 mil votos.
Pero en lo personal, me parece que la derrota del priista tiene su fundamento en el mal gobierno que desarrolló durante este último trienio el también priista Héctor González Curiel, motejado primero con cariño como El Torito y últimamente como El Toro a secas.
Resultó el más ineficaz de los priistas que en los últimos años ha presidido el Ayuntamiento de Tepic. Ni administrativa, tampoco políticamente, supo darle rumbo a la entidad base de primera instancia entre el ciudadano y el gobierno. En el manejo de los dineros públicos fue un desastre, más cuando vanagloriaba tener habilidad y conocimiento para enfrentar retos como la precariedad del presupuesto municipal. Sabré salir adelante, decía presumido antes de asumir el cargo.
El voto de castigo al PRI por el mal gobierno municipal tiene su razón principal en la falta de agua potable en la toma domiciliaria, problema que no sólo se registra desde el inicio del gobierno de El Toro, sino hasta la fecha en la mayoría de las casi cuatrocientas colonias de la ciudad capital, amén de los ejidos aledaños enclavados dentro del territorio del municipio de Tepic.
Quienes por cuestiones de carácter económico no contamos en nuestra casa con los debidos depósitos de tierra y aire para almacenar agua, sufrimos lo indecible por la entrega del líquido cada tercer día. Había que ingeniar la manera de contar con agua los días de veda para cubrir elementales servicios domésticos, pero además de aseo personal.
Muchos tepiqueños agradecen a El Toro haber fomentado la cultura del cuidado del agua por las drásticas medidas de racionalizar el servicio. Nos enseñamos, por razones prácticas, a no desperdiciar el agua, es comentario generalizado. Pero además a no olvidar la costumbre de bañarse con tan sólo el contenido de una cubeta y a jicarazos. Eso, aunque no se crea, enardeció sobremanera a miles de quienes habitan el municipio de Tepic.
Como bien sabían los candidatos a presidente del Ayuntamiento de Tepic de los diferentes seis partidos políticos que participaron en la contienda electoral que la falta de agua era o es el talón de Aquiles, varios prometieron agua para todos, todos los días del año. Hasta hubo un atrevido que el principal slogan de campaña fue un chingo de agua para todos los tepicenses. Allí estaba el punto clave.
El gobernador priista Roberto Sandoval de manera constante apoyó de mil maneras a la administración de El Toro, no con el manifiesto interés de resolver el grave problema de la escasez de agua en la toma domiciliaria, asunto que el propio mandatario estatal dejó en parcial solución cuando se desempeñó como alcalde de Tepic (2008-2011), sino con miras electorales. Su objetivo fue de medianamente enderezar el barco que sin tocar baranda iba de picada.
Todavía como último desesperado intento por ganar el voto de trabajadores afiliados al SUTSEM, el mandatario estatal entregó nueve días antes de la jornada electoral 43 millones de pesos al Ayuntamiento de Tepic para cubrir diversas prestaciones anteriores. De nada le valió, la orden desde la cúpula sindical que bajó a la base fue la de votar a favor del panista Polo Domínguez. Y así fue.
Polo Domínguez, convertido en virtual ganador, tiene las siguientes acciones de gobierno para resolver el problema del agua en el municipio de Tepic:
Agua para todos los 365 días del año, utilizar el 60% del agua que hoy se desperdicia en fugas, renovar y reparar toda la red de agua del municipio, garantía de servicio: Si no te llega no pagas, responsabilidad: el que más gasta, más paga, nuevas fuentes de abastecimiento y tratamiento de todas las aguas residuales.
Ojalá y sepa cumplir. No es nada fácil.
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