De nacional a estado transnacionalizado

No son pocas las ocasiones en que cuando hablamos de capitalismo mundializado o capital transnacional nos surge en la mente la idea de la lejanía geográfica, de fenómenos físicamente distantes de nosotros, de algo lejano en el espacio y fuera de nuestro país. Esto es muy natural cuando no hemos racionalizado la mundialización del capital y mucho menos lo hemos hecho con los circuitos internacionales de la globalización capitalista en los cuales estamos inmersos. No solo la industria automotriz, o la electrónica, etc., mexicana participan de estos circuitos globales del capital transnacional, sino incluso parte de la agricultura nayarita con las hortalizas y otros productos son elementos constitutivos de tales circuitos. Por eso para los nayaritas debiera ser muy natural hablar del capital transnacional como de algo cercano y de la vida cotidiana, en especial los ejidatarios y agricultores de Santiago, Tuxpan, Compostela, etc. De allí que para la intervención del capital transnacional en la vida nacional o local no necesita de venir algún gobierno extranjero a invadirnos, ya somos parte de él o por lo menos, representamos sus intereses.

Como humanidad estamos viviendo una época histórica de transformación capitalista de internacionalización a globalización del capital. Aparentemente lo internacional y lo global son lo mismo. Sin embargo se trata de un desenvolvimiento dialéctico del capitalismo a través del cual emerge la globalización del capital. Y desde luego que las características de ésta lo diferencian de su fase anterior, de la internacionalización. Varias son las transmutaciones y contradicciones que se dan en las sociedades nacionales gracias a las cuales está emergiendo la nueva fase de desarrollo del capitalismo. Y como algunas instituciones permanecen en con el mismo nombre, se tiene la impresión que todo sigue igual. Entre otros, ha evolucionado el Estado Mexicano, el proletariado, la burguesía, el mercado, etc. Estas instituciones nacionales no desaparecen, simplemente cumplen otras funciones o juegan otros papeles distintos en coexistencia con algunas reminiscencias del pasado, en tanto no se consoliden las nuevas situaciones.

La parte de la burguesía nacional que se enrola en los circuitos globales del capital independientemente de sus cuantías de inversión, pasa a formar parte de la Clase Capitalista Transnacional y su diferencia con la local estriba en su vínculo a la producción globalizada y a su manejo en los circuitos globales de acumulación. Esta parte de la burguesía nacional aunque siga viviendo en el país es objetivamente integrante de la burguesía transnacional, es una burguesía transnacionalizada con identidad y existencia objetiva por encima de lo local, tanto espacial como políticamente. Y ejerce su poder de clase a través de la densa red de instituciones y relaciones supranacionales así como del Estado-Mexicano transnacionalizado. Cuesta trabajo sin embargo racionalizar que ejidatarios y productores de frutas y hortalizas, por ejemplo, sean representantes locales de la Clase Capitalista Transnacional.

Por otra parte el Estado Mexicano inició su proceso de transnacionalización en la década de los años 80 con el periodo presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado. Desde ese entonces hasta la fecha se han venido dando una serie de transformaciones en la normatividad nacional tendiente a desmantelar el Estado de la Revolución Mexicana. No se trata de buena o mala la acción o praxis de algunos de los políticos mexicanos. En realidad se trata de un proceso natural de desarrollo del capitalismo y de la transformación del capital de internacional a global. La fracción de la burguesía dominante se transnacionaliza y requiere que el Estado Mexicano haga lo mismo; para ello es necesario que sus representantes políticos en el aparato de estado hagan su tarea. Y así se inicia dicho proceso hasta la actual administración de Enrique Peña Nieto.

Cabe mencionar que el Estado Transnacional que es el Estado de la Clase Capitalista Transnacional está constituido por las Instituciones y Organizaciones supranacionales y los Estados-nacionales-transnacionalizados. Por eso a través del Estado-Mexicano transnacionalizado elegirá el próximo domingo a las autoridades. En realidad los partidos políticos en tanto órganos de ese Estado se constituyen también en instituciones de control del capital transnacional. En fin.