Aniquilaron a la izquierda

Existe una característica que define al movimiento de izquierda; la solución de raíz a las contradicciones del capitalismo; la eliminación de la propiedad privada sobre los medios de producción; la supresión de la división social del trabajo; la desaparición de la producción de mercancías; la liquidación del trabajo asalariado; la superación del modo capitalista de producción de la sociedad. Y si atendemos a los documentos básicos de los partidos políticos mexicanos, solamente el Partido del Trabajo todavía se propone construir una sociedad alternativa a la sociedad capitalista, denominada “socialismo”; el otrora Partido Comunista canceló su vigencia en aras de formar al PSUM, partido socialista unificado de México, el cual aglutinó a las expresiones de izquierda de aquel entonces para llevarlas por el camino de la democracia pequeño-burguesa. Más tarde que temprano se dieron cuenta que les estorbaba el término “socialismo” y se lo quitaron siendo ya PRD, partido de la revolución democrática. El movimiento democrático pequeño-burgués de los inicios de la “unificación” de las izquierdas, evolucionó a movimiento democrático burgués-nacionalista, que vendría a defender aquello que el PRI construyó para luego destruir, “La Revolución Mexicana” hecha gobierno. Y es que el capitalismo mundial en la última cuarta parte del siglo pasado ya había evolucionado a “capitalismo global”, esto es, a la integración de todos los procesos del capital asentados en los diferentes países en un único proceso global, en el cuál los productos nacionales se constituían en productos partes de un producto final.

Las fuerzas productivas materiales se habían desarrollado a tal grado que, por un lado la división del trabajo social se fragmento, por no decir, pulverizo y, por el otro, los saberes y experiencias humanas se incorporaron como elementos propios de las fuerzas productivas. Estas nuevas circunstancias de la vida social en el planeta con su correspondiente impacto en novedosas relaciones de producción, esto es, relaciones entre los hombres para garantizar su existencia material en el ámbito individual y social, chocaron con los elementos superestructurales de las formas antiguas del capitalismo; desembocaron en resistencias de segmentos de las burguesías nacionales que se veían lesionadas por la dominación del capitalismo global; llevaron a una lucha por la conquista de los Estados Nacionales para modificar la normatividad nacional y adecuarla a las exigencias del capital globalizado, etc.

Ante este nuevo escenario en México se vinieron, por una parte las adecuaciones de los partidos políticos para estar a tono con las nuevas circunstancias de la vida social del planeta y por la otra, la lucha por la conquista del Estado Mexicano. Fue bajo esas condiciones como algunos políticos y partidos políticos mudaron de la izquierda a la democracia pequeño-burguesa, a la democracia burguesa-nacionalista o a la democracia burguesa-transnacionalista.  En los casos de los partidos de izquierda hasta les estorbó el nombre de socialismo por lo cual lo quitaron de sus materiales básicos. El único partido que todavía conserva el término “socialismo” en sus documentos es el Partido del Trabajo. Por eso en el país ya no existen partidos de izquierda, todos son de derecha. Y por eso es que las alianzas entre los partidos como el PAN y el PRD no son inviables. Y por eso es que PRD, PAN y PRI constituyen la “Alianza por México”.

En el país la lucha interburguesa más cruenta se dio en el interior del PRI. Las expresiones ideológicas  de los segmentos de la burguesía nacional fueron confrontándose a tal grado que hubo desprendimientos de militantes y filtración de los partidos de izquierda. La lucha clasista se mudó a una lucha democrático-burguesa contra la burguesía mexicana transnacionalizada. El siglo pasado está lleno de ejemplos. En fin.