Divisionismo priista
Oscar González Bonilla
07 de abril de 2014
Entre priistas se dieron las primeras manifestaciones públicas de inconformidad en el acto del sábado 22 en San José del Valle, municipio de Bahía de Banderas, con el interés de presentar delegados del comité ejecutivo nacional del PRI para Nayarit e integrantes de la estructura electoral.
Pero no sólo hubo abucheos contra presentes y ausentes (el presidente municipal Rafael Cervantes Padilla no asistió, aunque el respetable público asistente le envió buena rechifla), sino que se dejaron traslucir acciones de enconada división.
Pero que pueden garantizar quienes representaron al PRI en ese acto si no es que novatez, también de estar muy alejados de la idiosincrasia (manera de ser que caracteriza a una colectividad) de los nayaritas como lo es el presidente del comité directivo estatal, Juan Carlos Ríos Lara, oriundo de Guanajuato; el delegado nacional, Jericó Abramo, de Coahuila, y el secretario de organización del CDE, Roy Argel Gómez Olguín, nacido en el Estado de México.
Enseñaron el cobre al proyectar a José Gómez Pérez como el oficial aspirante a la candidatura del PRI a la presidencia municipal de Bahía de Banderas. Dieron preferencia a éste de subir al presídium y hacer uso de la palabra, primero que ninguno de la más de media docena de aspirantes.
Los reclamos fueron estentóreos por parte de quienes simpatizan con otros pretensos, al grado que obligaron la suspensión de la intervención oral de José Gómez y con base en el reclamo forzaron la presencia al frente de cuando menos seis aspirantes a la silla que el 19 de septiembre venidero dejará vacante Rafael Cervantes, personaje que llegó abanderado por el PAN y enseguida se cambió al PRI, partido de origen.
El divisionismo entre priistas aflora, pero además actitudes de desacuerdo con la presidencia estatal del PRI por pocas convincentes determinaciones partidistas en muchos comités municipales, entre otros desatinos políticos, han provocado en casi todo territorio de Nayarit el alzamiento de voces soterradas. Sonidos que desde lo profundo harán explosión, y que mejor oportunidad en la urnas este 7 de julio.
Si desde el poder Ejecutivo se imponen candidatos tanto a alcaldes como a diputados, la cosa se pondrá peor, a riesgo de la derrota electoral.
El panorama para el partido en el gobierno no es halagador, sin embargo enormes son los esfuerzos en conjunto por parte de quienes ostentan el poder, funcionarios estos de los tres niveles de gobierno, en realizar proselitismo a favor del tricolor en víspera de elecciones. Por ejemplo, el presidente municipal de Tepic, Héctor González Curiel, de manera inusitada aparece por todo el territorio del municipio inaugurando obras, haciendo labor social.
El gobernador Roberto Sandoval no deja de aportar su granito de arena, mientras que desde el gobierno se imponen medidas a funcionarios de toda estofa y trabajadores de cualquier clase aceleren actividad para enganchar prosélitos al PRI, pues de esa manera conservarán su chamba. Las dependencias del gobierno federal dedicadas a favorecer social y económicamente, por su parte abrieron de par en par sus puertas a las clases más desfavorecidas. Más que desesperación, son medidas de precaución.
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