Miedo a Veytia
Oscar González Bonilla
14 de
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Vaya, vaya, ahora resulta gran redentor Guillermo Huicot Rivas Álvarez, quien ostenta la presidencia de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos para el Estado de Nayarit, al enviar recomendaciones al presidente del ayuntamiento de Bahía de Banderas por queja de violación a los derechos fundamentales en la cárcel pública.
Muy digno, Huicot decide que la dependencia a su cargo intervenga en este asunto al que se le ha dado un juego mediático muy por encima del denominador común, seguro es porque encuentra a un presidente municipal, en la persona de Rafael Cervantes Padilla, muy enclenque, ninguneado como autoridad por su incapacidad política y administrativa para gobernar.
El titular de la CEDH dio a conocer a los medios que recibió denuncias de los ofendidos de acciones de ultraje a la dignidad de las personas por parte de los custodios de la cárcel pública del municipio de Bahía de Banderas.
A las personas que visitan a los internos se les hacen revisiones humillantes, indignas, pues se les exploran cavidades corporales. Los guardias hombres piden a las mujeres que visitan a sus esposos en reclusión, desvestirse hasta quedar en ropa interior. Enseguida inician a tocar con las manos partes íntimas del cuerpo en busca de droga y objetos de uso prohibido.
Un conductor de programa matinal de noticias en Tepic, que cumple con la promesa de decir la verdad, no como otros, equiparó lo anterior con la película de los años setenta (1975) titulada El Apando (nombre que recibía la celda de castigo dentro de la cárcel de Lecumberri), donde los guardias carcelarios revisaban a las mujeres la vagina y a los hombres hasta el ano. ¡Qué tipo tan escatológico! Fuchi.
Hace tiempo observo que el licenciado Guillermo Huicot Rivas Álvarez no se atreve hacer tan siquiera la más leve observación al responsable de la Fiscalía General del Estado de Nayarit, licenciado Edgar Veytia, funcionario de la gente que un periódico a colores que cada vez que lo caricaturiza lo hace con testículos que le arrastran al piso.
¿Eso intimida a Huicot? Veytia ha cobrado fama de ser un fiscal de hierro, un personaje que a toda clase de abogados, sobre todo huizacheros, infunde miedo a gritos y sombrerazos, aparte de que porta pistola al cinto por si algo se ofrece. Tiemblan como conejo asustado.
Pero Veytia no es persona ilustrada, no tiene cultura general, tampoco posee cultura jurídica, es egresado de la Universidad del Álica, institución que no goza de fama académica. Dicen que leer es como hacer el sexo; quien lo hace con frecuencia….se le nota en la lengua. El lenguaje del Fiscal no va más allá de veinte palabras, es un apantalla pendejos, para acabar pronto.
Es reprobable la actitud del presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos para el Estado de Nayarit, porque los separos de la Fiscalía son el escenario donde se cometen las más atroces violaciones a los derechos humanos por parte de un especial grupo de torturadores, vejar a los detenidos es su alegría.
Común resulta el interrogatorio mediante el tormento del cuerpo para arrancar al detenido declaración de culpabilidad, incluso hasta de terceras personas. A la tortura en la Fiscalía se le conoce como método científico de investigación.
Desnudar para luego encobijar, sólo cabeza y pies al aire. Aplicar la picana que da golpes de corriente o descargas sostenidas en contacto con el cuerpo y sus efectos en las partes más delicadas, incluyendo los genitales, es método de uso común.
El tehuacanazo por la nariz, los golpes con palmas de la mano en ambos oídos que producen lesiones en el tímpano y permanecer incomunicado, es decir, sin ningún contacto con familiares durante horas y en ocasiones hasta días, son tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Qué espera Huicot -supongo que el nombre proviene del acrónimo: huicholes, coras y tepehuanos. El padre de éste, José Manuel El Che Rivas Allende, ayeres hace que fue coordinador del Plan Huicot- para actuar ordenando una investigación al respecto. Si denuncias quiere, denuncias habrá.
Rivas Álvarez debe dejar a un lado el coqueto juego de elogios mutuos con el Fiscal, pues en nada lo enaltece, al contrario, lo exhibe como un tipo timorato, sobajado ante el poderío del funcionario favorito del gobernador Roberto Sandoval.
Dirán los avezados que la tortura ha permeado en las corporaciones policíacas por los siglos de los siglos, amén. Es cierto, pero no por ello la autoridad para la defensa de los derechos humanos de Nayarit debe permanecer impasible, sino intervenir para erradicar esas viejas prácticas de tortura, propugnar porque se llegue a la verdad a través de reales métodos científicos de investigación. Ya estamos en el siglo XXI.
El hartazgo de los nayaritas hasta puede reflejarse negativamente para el PRI en las urnas este próximo seis de julio, día de la jornada electoral. Veremos.
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