La excesiva acumulación del capital
Octavio Camelo Romero
07 de marzo de 2014
Con el término “acumulación” se denota la “reproducción ampliada” del capital. El capital es un organismo social dinámico con una doble fisonomía. Por un lado se presenta como un valor que se repone en cada ciclo y que en cuanto tal, vuelve a iniciar el proceso de valorización. A esta reposición se le da el nombre de “reproducción simple” del capital. Este tipo de reproducción no es propia del capitalismo aunque sí es su soporte, y presupone la no inversión de las ganancias, en el mejor de los casos, el atesoramiento de las mismas. Sin embargo en el capitalismo las ganancias o parte de las mismas se invierten en el proceso de valorización al lado del capital inicial. La reproducción simple del capital no desaparece pero a su lado aparece la valorización de las ganancias para su conversión en capital. A esta reposición se le denomina “reproducción ampliada” del capital porque se integra a la reproducción la parte de la ganancia destinada a convertirse en capital. A este proceso se le denomina “acumulación del capital” porque se acumula en cada ciclo, más capital.
Como ya lo hemos dicho en este espacio, el dinero de por sí no es capital. Para que se convierta en capital tiene que entrar en un cierto proceso y al final del mismo debe salir el dinero inicial más una determinada cantidad de dinero adicional, esto es, debe salir un dinero incrementado. Si no sale con ese aumento, el dinero simplemente no se convirtió en capital. Esa es la condición “sine qua non” para que una cierta cantidad de dinero se convierta en capital y ese es en esencia el proceso de valorización del capital.
Esta situación evidencia a la ganancia como el motor del capitalismo. Y mientras más sea la proporción de la ganancia respecto al dinero inicial, mayor será la intensidad o el “caballaje” del motor, mayor será por tanto la “fuerza motriz” del capitalismo. A esta proporcionalidad de la ganancia se le conoce como la “tasa de ganancia”. Y se dice que de la magnitud de la tasa de ganancia depende en cierta medida la decisión de invertir capital. Otro elemento a tomar en cuenta es el riesgo que corre el capital invertido.
Por otra parte al capital le surge la necesidad objetiva de la tecnificación, de la modernización de su proceso de valorización con el propósito de estar en mejores condiciones para enfrentarse a otros capitales rivales. De suyo esta necesidad del capital presupone la “acumulación” o la reproducción ampliada del capital sobre nuevas y mejores bases metodológicas que las anteriores.
Empero este desarrollo tecnológico tiene a su vez varios efectos. Uno, aumenta el número de unidades producidas que el mercado debe absorber. Dos, despide trabajadores porque le resulta menos costosa la maquinaria que el pago de mano de obra. Tres, restringe la capacidad de absorción del mercado. Cuatro, baja los costos de producción con lo cual puede desplazar a competidores suyos del mercado y apropiarse del mismo. Cinco, la ventaja competitiva le permite adquirir temporalmente una “ganancia extraordinaria”, o sea, un excedente de ganancia sobre la ganancia media que el capital social medio adquiere tras su inversión. Esta ventaja competitiva desaparece en cuanto la “innovación tecnológica” se generaliza socialmente.
Los sociólogos norteamericanos no comprenden cabalmente al capitalismo y hablan de una crisis de sobreproducción desvinculada de la sobre acumulación. La “excesiva reproducción ampliada” o la “sobre acumulación” del capital es lo mismo que tener un capital acumulado parcialmente “inútil”. Este fenómeno es algo así como tener un “dinero invertido” en un equipo que trabaja a menos de su capacidad o que no se pone a funcionar”. Y este no es un asunto subjetivo, de voluntad. Nada de eso, es un fenómeno objetivo que no depende de la voluntad del humano. El equipo no se pone a funcionar porque si funcionara se invertiría en materias primas y auxiliares y se produciría una mercancía que no se vendería en el mercado porque la capacidad de absorción del mismo es mucho menor que la oferta. Se estaría produciendo un objeto de por sí inútil, no útil socialmente porque el mercado no tiene la capacidad para absorberlo y, por lo tanto, no se consumirá ni satisfará una necesidad social. Por eso para no perder más dinero, mejor se tiene ese equipo sin funcionar o funcionando a menos de su capacidad. Y esto no es un asunto teórico, sino práctico por el cual están pasando varias industrias mundiales.
Los sociólogos norteamericanos tienen una visión parcial del capitalismo en cuanto tal. Las crisis son en realidad la agudización de las contradicciones del capitalismo que entran necesariamente en crisis. Por lo tanto son crisis de las contradicciones capitalistas.
La única salida para la “sobre acumulación” del capital es encontrar el mercado para esos productos que no produce y que, por consecuencia, mantiene inactivas a parte de sus fuerzas productivas, o hace improductivas a tales fuerzas. Ese papel jugó China para superar las crisis del 2008-2009. También Latinoamérica y el Caribe pueden dar ese servicio a la sobreacumulación del capital norteamericano. Lo único que faltaría sería el incremento del salario real para aumentar la capacidad de absorción del mercado latino. Sin embargo esta es una de las contradicciones del capitalismo insolubles dentro del propio capitalismo.
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