¿Sirven las Mesas del Diálogo?

En el primer año de gobierno de Roberto Sandoval por medio de la Secretaría General bajo la batuta del Lic. Trinidad Espinoza Vargas llamó a todos los partidos políticos a instalar una mesa del diálogo que, por cierto fue bien vista en los círculos políticos de la entidad.

Según el decir del alto funcionario estatal esa mesa era con el propósito que los líderes partidistas propusieran las prioridades de la problemática económica, social y cultural de Nayarit y de entre ellas encontrar las coincidencias para luego dar pie a que estas se tradujeran en políticas-públicas.

La idea era buena, algo así como un pacto por Nayarit. De aquellos encuentros en la mesa del diálogo entre el representante del Gobierno Estatal y los líderes de los partidos políticos solo quedó en palabras y para la foto.

Pues bien, a principios de la semana pasada nos enteramos que fue sacado del closet la mesa de diálogo. Por la información que se divulgó sus propósitos son mediáticos y de coyuntura preelectoral. Incluso los encuentros en esa mesa son bilaterales, no todos juntos.

Más allá que se hable de otros temas es necesario convenir con cada uno de los partidos que  la próxima competencia electoral sea en términos civilizados, o sea, de propuestas y apegados a la legalidad electoral.

Estas medidas preventivas que pretende pactar el Gobierno Estatal tienen que ver con el sinnúmero de descalificaciones, golpeteos y una maquiavélica desinformación que corre por las redes sociales que de no instrumentar medidas preventivas la contienda electoral podría ser una guerra entre perros y gatos.

Estoy convencido que cuando las llamadas mesas del diálogo y de negociación se hacen en lo oscurito, no solo alimenta el morbo de la gente sino que la desorienta debido a que los dialoguistas una vez en la calle cada uno de ellos propagan su propia verdad.

Lo anterior se puede constatar en las últimas mesas del diálogo y negociación con los profesores de la sección 20 de maestros, burócratas afiliados al SUTSEM, con los productores de maíz, frijol, cañeros y otros grupos inconformes que regularmente toman las calles buscando un diálogo directo con el Gobernador del Estado.

Ya lo comenté alguna vez: la mejor manera de evitar especulaciones y descalificaciones al Gobierno Estatal es realizar toda negociación política o económica con transparencia y que se le diga a la gente demandante si se puede o no resolver sus demandas y no traerlos de vuelta en vuelta. Solo escucharlos problemas, pero apostarle al desgaste moral de los ciudadanos que demandan justicia es generar una bomba de tiempo que tarde o temprano podría estallar.

Si bien reconocemos que el Secretario General de Gobierno se esfuerza día a día a encarar los problemas con celeridad, las palabras sino son traducidas en hechos de gobierno pierden todo su contenido.

CONTRA LA DISCRIMINACIÓN EN EL IMSS

Ministros de la Sala Dos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprobaron por unanimidad una sentencia en el sentido que el Instituto Mexicano del Seguro Social estará obligado a proporcionar los servicios médicos-hospitalarios a los matrimonios de un mismo sexo y en caso de fallecimiento de uno de  ellos otorgar la correspondiente pensión por viudez, sea el caso de matrimonio civil o concubinato.

Este derecho constitucional ratificado por la Suprema Corte  derivó de una demanda de amparo solicitado desde hace varios años por un matrimonio gay debido a que uno de los cónyuges infectado por sida solicitó ser atendido por esa institución la cual negó sus servicios médicos porque a criterio de las autoridades no reunía los requisitos que constituyen un matrimonio que debe de ser de sexos opuestos.

Los ministros calificaron estos criterios como discriminatorios, homofóbicos y que atentan a los derechos universales del hombre.

Esta histórica resolución de los ministros de la Corte beneficiará a unos 6,000 matrimonios civiles gay residentes en el Distrito Federal tras haberse legalizado en el 2010. Así mismo todos los servicios que presta el IMSS serán extensivos a parejas en concubinato.