Causa de la pobreza
Octavio Camelo Romero
28 de febrero de 2014
En Latinoamérica debe haber no menos de 200 millones de habitantes en situación de “pobreza alimentaria” o de “paupérrimos absolutos” como dijera Marx. En este significativo grupo se encuentran más de 70 millones de latinoamericanos en “pobreza extrema”. Estas cifras son muy naturales si no olvidamos la presencia del capitalismo mundial en la región. Pero en un afán de encubrir las verdaderas causas del fenómeno de la pobreza en la región, el Banco Mundial encuentra como culpable de tan deshumanizada situación, al desperdicio de alimentos producidos en América Latina y el Caribe. Arroja la cifra de poco más de 219 mil toneladas de alimento se desperdician diariamente las cuales si las repartimos entre los 200 millones de pobres les toca por menos un kilo por día. Sin embargo ese no es el problema ni mucho menos la solución.
Este tema y discusión de la contradicción entre la riqueza y la miseria no es nuevo. Recordemos que en 1844 para ser precisos, Carlos Marx hizo una crítica a los científicos sociales de la época. David Ricardo y Stuart Mill entre otros, los cuales fueron analizados por el aun “no marxista” joven Marx, quien puso en claro que los teóricos de la economía política estaban faltos del método dialéctico, el cual permitía apreciar a mayor profundidad los fenómenos sociales. En ese entonces el joven Marx aún no llegaba a su "materialismo dialéctico" o mejor dicho a su “concepción materialista de la historia”. Más no obstante la dialéctica hegeliana y sus críticas a la filosofía y a la dialéctica de Hegel, le habían proporcionado la oportunidad de crear su método de dialéctico". Fue tan contundente este instrumento de "análisis-lógico-dialéctico" que incluso desde “dentro” de la economía política clásica no sólo localizó sus inconsistencias sino también, las contradicciones subyacentes de tal teoría. Y allí por primera vez en la historia del pensamiento social se puso de manifiesta junto con su esencia, la existencia de la contradicción entre "riqueza y miseria". Allí se señaló por primera vez en la historia de la humanidad que la miseria no sólo es consecuencia, sino a la vez causa de la riqueza y que, en el capitalismo, son una unidad, no pueden existir una sin la otra.
Llama la atención que a 170 años de distancia de estas reflexiones los expertos del Banco Mundial no comprendan aún el desarrollo del capitalismo y que planteen la solución de la pobreza o de la miseria dentro del propio régimen de producción capitalista. Estos personajes no han entendido todavía que el crecimiento económico de América Latina y el Caribe, se debió, se debe y se seguirá debiendo al capital. Y el capital no tiene otro camino para valorizarse que apropiarse de la riqueza económica producida por sus trabajadores asalariados.
El desempleo es consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas pero a la vez es causa para atraer inversión y para la acumulación. Un factor de atracción de la inversión es la localización en el mercado de una mano de obra desvalorizada, barata y medianamente formada. A México se le pretende convertir en a tractor de capitales, por eso se castiga al ingreso real de las familias y se tiene tan sólo el 0.8% de su aumento en las familias de menores ingresos, en los últimos 25 años. A su vez en este periodo ha habido un colosal desarrollo de las fuerzas productivas en México. Algunos personajes de la política piensan que la inversión china que llegue al país daría ocupación a muchos de los actualmente desempleados y a los jóvenes recién egresados de las universidades. Pero de ninguna manera dicha inversión será la solución al problema del desempleo y de la miseria.
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