El proletariado mundial
Octavio Camelo Romero
04 de febrero de 2014
Hace tiempo en este espacio tocamos el tema de los obreros. Sin embargo resulta relevante volver a él, después de constatar que además de ciertos ideólogos de la pequeña burguesía, los sociólogos norteamericanos entre los cuales se encentra William I. Robinson expresan confusiones en lugar de esclarecimiento, de las categorías. Urge una respuesta a ¿Quiénes son los obreros, quiénes aparentan ser obreros y quiénes sin ser obreros abanderan sus causas?
Recordemos que Marx y Engels dijeron en el “manifiesto comunista” que la sociedad capitalista tiende a dividir su población en dos clases opuestas y antagónicas: la clase capitalista y la clase obrera. También expresaron que con el desarrollo de la industria capitalista la clase obrero se homogenizaría y avanzaría en sentido inverso al progreso de la industria, esto es, avanzaría hacia la miseria y el pauperismo. Empero, hubiera sido mucho pedir que estos dos científicos describieran a la clase obrera contemporánea del capitalismo mundial. Sin embargo su postulado general se ha cumplido: hay un vertiginoso desarrollo de las fuerzas productivas el cual ha servido para la concentración de la riqueza mundial en pocas manos y para la extensión de la pobreza a la gran mayoría de los pueblos de la tierra. El portentoso método materialista dialéctico permitió a Marx y a Engels visualizar no solo la universalización del capital, sino a la par, la universalización del proletariado. De allí que su consigna de “Proletarios de todos los países, uníos” tenga más vigencia en la actualidad. En su estudio de la “acumulación” expuesto en el primer tomo de “El Capital”, Marx analiza al “obrero colectivo” y lo tipifica como constituido por todos los obreros que intervienen en el proceso de producción y realización capitalista. Con la universalización del capital, este obrero colectivo se universaliza y por eso piensa William Robinson que se trata de un obrero transnacionalizado. Con la universalización del capital se universalizan algunas de las funciones, como son entre otras, las de la “explotación de los asalariados”. Para esta función, de manera directa se ha universalizado una casta de “capitalistas en funciones” bajo el ropaje de “ejecutivos”. Ejecutivos directamente vinculados a los procesos de “producción y realización del capital”, pero también hay ejecutivos indirectamente vinculados a estos procesos. Entre estos últimos se tienen a los políticos en su acceso al Estado y sus Instituciones. Esta subclase de “capitalistas
en funciones” también se ha universalizado.
Hoy las Tecnologías de la Información y la Comunicación con el Internet a la cabeza han diversificado los lugares geográficos para los procesos de producción y de circulación de mercancías. La universalización del capital ha roto las barreras geográficas, las barreras espaciales para la circulación libre no únicamente de las mercancías ordinarias sino también del dinero o del capital convertido en mercancía. De allí el asombro de Robinson y otros de ver la libre circulación mercantil y de capitales entre los países. Al no entender este proceso plantean una equívoca idea del capitalismo del centro y de la periferia. Los del centro son los malos y los de la periferia son los buenos a los cuales hay que ayudar. Esta impostura revolucionaria es la misma que aquella planteada de la lucha contra los villanos imperialistas que sirvió para el planteamiento de los movimientos de liberación nacional como alternativa hacia el socialismo. Estas y otras cuestiones parecidas son posiciones colaboracionistas con ciertos sectores de la burguesía.
Como dijera Marx en El Capital, el proceso de producción capitalista produce mercancías, produce plusvalía y a la vez, produce y reproduce al mismo régimen del capital, al capitalista por un lado y al obrero asalariado por el otro. La clase obrera es un atributo objetivo, es una propiedad social del capital, aun fuera del proceso directo del trabajo, al igual como lo son los instrumentos inanimados. Por eso su consumo individual o personal es un simple factor del proceso de reproducción del capital. La reproducción ampliada del capital reproduce ampliadamente las relaciones de explotación, reproduce de manera ampliada la fuerza de trabajo subsumida bajo el mando del capital. En este sentido se puede decir que la clase obrera es “objeto” en la medida en que es resultado simple de la acumulación capitalista. Y sería “sujeto” solamente en la circunstancia de que la clase obrera se autodeterminara y actuara como clase, de que pasara de “clase en sí” a “clase para sí”. Con la universalización del capital, simplemente se universalizan los procesos. El capitalismo mundial o el capitalismo global no es una cosa distinta a la universalización del capital.
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